Por Alonso Cervantes
La abrogación el pasado 28 de enero del Programa de Ordenamiento Ecológico Regional Territorial del Estado de Oaxaca (POERTEO) por parte de la LXIII Legislatura del Congreso del Estado ha causado sorpresa, revuelo e indignación por parte de académicos, investigadores y el sector ambientalista de la entidad.
Pero parece que el huracán apenas comienza a formarse. Todo apunta a que el tema trascenderá el ámbito local para alcanzar los niveles nacional e internacional.
Lo primero que han señalado los indignados ambientalistas es que los diputados locales no supieron lo que hacían; que no se dieron el tiempo para enterarse de la trascendencia de su decisión y, por tanto, de las consecuencias del acto.
Más de cien organizaciones ambientalistas han señalado su intención de ampararse contra lo que llaman un abuso de autoridad y atentado contra la biodiversidad y riqueza natural de Oaxaca.
Pero el tema está escalando; analistas del quehacer político local han percibido que tras la decisión están los intereses particulares de José Luis Calvo Ziga, titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sustentable (SEMAEDESO) quien aprovechando su puesto en el gabinete del Gobernador Murat, necesariamente tuvo el tema en su escritorio y lejos de contenerlo, lo indujo y dio luz verde para su abrogación.
Calvo Ziga es un empresario gasolinero lo cual, per se, genera un fuerte conflicto de interés. Su razón y motivo de ser es buscar las utilidades de sus franquicias en un momento en que el gobierno federal ha liberado los precios de los combustibles para desalentar el consumo por los altos precios internacionales y por el daño ambiental que provoca el bióxido de carbono expulsado a la atmósfera por los motores de los autos.
Pero además ha construido un currículum negro en la historia de sus negocios con la gasolina, ¿Podrá Calvo Ziga decirnos cuántas veces ha sido sancionado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (PROFECO) y el local Instituto Estatal de Ecología de Oaxaca (IEEO)? Siendo que ahora él dirige al IEEO ¿Seguirán existiendo en ese instituto los expedientes de las sanciones por contaminación con las que ha sido castigado?
Él, desde el privilegio que le otorga la posición que ahora ocupa y por congruencia a su vocación empresarial buscará resarcir las pérdidas que los nuevos tiempos le traigan. De hecho, una analista política local ha advertido un marcado interés del personaje en cuestión en la adquisición de varios cientos de hectáreas en la nueva zona económica del istmo, el negocio es simple, comprar barato para vender caro.
No hay olvidar que Calvo Ziga llega a la posición que ocupa no por méritos propios o conocimientos siquiera elementales sobre tema de la sustentabilidad y el desarrollo sustentable sino por el pataleo y berrinche que hizo en el momento en que el Gobernador presentó a los integrantes de su gabinete.
Su protector y padrino parece ser el ahora hombre fuerte del gobierno, Alejandro Avilés, a quien le conviene tener incompetentes bajo su tutela pues él funciona como bombero o salvavidas; los favores se cobran luego, y desde luego, con creces.
Esperemos que, como ya ha demostrado que sabe y puede hacerlo, el Gobernador dé el golpe de timón, tan necesario en este momento, su prestigio e imagen están en riesgo.
