Gobierno libanés reunido de urgencia tras mortífera explosión

Print Friendly, PDF & Email

El Gobierno libanés está reunido hoy de emergencia mientras este país recuerda los tenebrosos días de la guerra civil tras el atentado dinamitero la víspera en un distrito cristiano maronita de esta capital.

 

Incluso durante los momentos más cruentos de la guerra que enfrentó a los libaneses entre 1975 y 1990, el distrito de Achrafiyeh, habitado por cristianos maronitas de clase media alta, escapó casi indemne a la violencia que envolvió al país y causó decenas de miles de muertos, casi medio millón de heridos y lisiados y una emigración masiva por la destrucción de la economía.

En la explosión de este viernes murieron ocho personas, incluido el jefe de la Inteligencia de las Fuerzas de Seguridad Interna (gendarmería), general Wissam al Hassan, quien estaba en las oficinas del Movimiento 14 de Marzo, la agrupación encabezada por el ex primer ministro Saad Hariri.

Cerca de ocho decenas de residentes y transeúntes resultaron heridos, acorde con reportes coincidentes de fuentes hospitalarias y medios oficiosos.

Descrito como “un genio de los servicios secretos” por las precauciones que tomaba, al Hassan era jefe de la seguridad personal de Hariri, cuyo padre, Rafiq, también ex primer ministro, voló en pedazos en febrero de 2005 en un atentado dinamitero.

Políticos libaneses culparon al presidente sirio Bashar al Assad de ordenar el atentado, los medios oficiales libaneses rehúsan hacer acusaciones y el primer ministro Nayib Mikati convocó a su Gobierno para analizar la situación tras proclamar hoy día de duelo nacional.

Fuerzas del Ejército fueron desplegadas en varios distritos de la capital en los cuales anoche manifestantes quemaron neumáticos y bloquearon el tráfico.

Los incidentes más violentos se registraron en los distritos de Bir el Abid, Barbir, Corniche al Mazraa, Ciudad Deportiva, y Cola-Yemaa Arabiya, en el oeste de esta capital, con saldo de dos muertos, según informes oficiosos.

Esporádicos choques y disparos también fueron reportados desde Trípoli, en el norte del país, donde un mes atrás partidarios y opositores del presidente sirio Bashar el Assad se enfrentaron durante casi una semana antes de ser obligados a detener los combates por un amplio despliegue del Ejército.

Esta mañana Beirut recuperó su pulso normal, pero resulta obvio que hay una gran tensión subyacente, basada en la posibilidad del inicio de una cadena de atentados similares.

PL