A pesar de que el gasto sectorial representa aproximadamente el 87% del gasto total ejercido por el gobierno, éste se aplica de forma ineficaz, lo que ocasiona que nuestro país no cuente con una educación pública de calidad ni con servicios de salud eficientes, al tiempo que no se cumplen con las metas en infraestructura y la desigualdad social va en incremento, manifestó Edna Jaime, directora general de México Evalúa.
En conferencia de prensa para dar a conocer el estudio “Evaluación del gasto en educación, salud, infraestructura y equidad social 2010”, señaló que “un gasto eficiente puede ser la clave para mayor estabilidad económica, bienestar social y una importante disminución de la brecha de desigualdad entre la población”.
El análisis fue elaborado en conjunto con los investigadores Mariana Campos, de Fundación IDEA; Fausto Hernández, John Scott y Víctor Carreón, del CIDE; Nelly Aguilera, de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, y Pablo Cotler, de la Universidad Iberoamericana, quienes realizaron un estudio sobre la eficiencia del gasto en sectores clave para el desarrollo del país: Educación, Salud, Infraestructura, Equidad Social y Gasto Federalizado, ejercido por estados y municipios.
Al referirse al gasto público, Edna Jaime consideró que éste es uno de los instrumentos más poderosos con los que cuenta el Estado para influir en la asignación de recursos, la distribución de ingresos, el crecimiento y el desarrollo del país, lo que revela con claridad las prioridades del gobierno para desarrollar la agenda nacional en los temas que más capacidad tienen para encauzar al país por el camino correcto.
Indicó que la transparencia en la gestión del gasto público es también una cuestión de legitimidad hacia los ciudadanos, quienes finalmente financian con sus impuestos gran parte de los recursos que eroga el estado y merecen conocer los resultados y el impacto de las políticas en áreas clave para el país.
El gasto sectorial que se analiza en el trabajo que se presentó el día de hoy representa aproximadamente el 87% del gasto total ejercido por el gobierno, lo cual es indicativo de que nos estamos concentrando en las áreas que son realmente fundamentales como palanca para el desarrollo económico del país, apuntó la directora de México Evalúa.
“Nuestro objetivo con la presentación de este trabajo es aportar elementos a los tomadores de decisiones y a los ciudadanos para evaluar el gasto público en sectores fundamentales como Educación, Salud, Infraestructura, Equidad Social y Gasto Federalizado. Principalmente, esperamos que este ejercicio de evaluación sirva para guiar la discusión presupuestaria que tendrá lugar en estas semanas en el Congreso e influya en la agenda de las reformas pendientes para el país”, concluyó Edna Jaime.
En cada uno de los sectores analizados en el documento, México Evalúa se dio a la tarea de responder las siguientes preguntas: ¿Cuánto gastamos? ¿Qué resultados obtenemos? ¿Cómo podemos mejorar?
A continuación se presentan los principales hallazgos en cada uno de los sectores analizados:
Educación: un gasto rígido = una educación no gratuita y malos resultados
Ø Nuestro sistema educativo no es barato. Gastamos más que otros países en educación como proporción del gasto público total (OCDE: 9% vs. México: 15%).
Ø La mayor parte del gasto educativo (97.6%) se va a gasto corriente (sueldos y salarios)
Ø Gastar mucho en educación no ha garantizado mejor desempeño escolar de los alumnos mexicanos en las pruebas internacionales (como Prueba PISA).
Ø La educación pública en México no es “gratuita”. Tiene un costo para las familias, sobre todos para las más pobres que llegan a invertir casi 10% de su ingreso familiar en imprevistos.
Ø Es necesario disminuir la rigidez del gasto educativo para que se invierta más infraestructura educativa, mantenimiento y operación escolar.
Salud: un incremento en el gasto no se traduce en mejores servicios médicos
Ø El gasto público per cápita en salud en México se ha incrementado de manera importante: pasando de $1,235 pesos por persona en 1990 a $3,125 pesos por persona en 2008.
Ø Los recursos invertidos hacia la población que carece de seguridad social, a través del Seguro Popular, explican en parte este incremento del gasto público y han ayudado a disminuir la brecha de desigualdad entre la población asegurada y la no asegurada.
Ø Sin embargo, el gasto administrativo en salud en México (burocracia) es el más alto de todos los países de la OCDE: por ejemplo, en el IMSS el personal requerido para que funcione un médico de primer nivel es de 20 personas, de las cuales dos son médicos titulares, y el resto médicos de reemplazo, enfermeras, secretarias, asistentes, personal de limpieza, personal administrativo y jefes.
Ø Por lo tanto, el aumento en el gasto público no ha mejorado la salud de las personas, ni la infraestructura y la atención médica, y tampoco ha hecho que la gente invierta menos de su propio bolsillo (gasto privado).
Ø Es necesario avanzar hacia una reforma integral del sistema de salud en términos de financiamiento, organización y derechos de los usuarios.
Infraestructura: pocos recursos + trabas burocráticas = mala calidad
Ø El gasto en inversión destinado a infraestructura parece considerable (2.3 como % del PIB), pero todavía deberíamos invertir 2.6 % más anual para alcanzar la calidad y cobertura del Corea del Sur.
Ø Esto se refleja en que México ocupa el lugar 60 entre 125 países por calidad de su infraestructura.
Ø El Plan Carretero 2007-2012 del gobierno federal es importante porque: i) 67% del transporte de carga y 98% del transporte de pasajeros se realizan vía carretera y, ii) porque evidencia las fallas en la inversión en infraestructura en México.
Ø El Plan Carretero ha fracasado porque está sujeto a una enorme manipulación con fines electorales y sólo lleva un avance de 18.4% de la meta propuesta para 2012.
Ø Es fundamental mejorar el proceso de planeación de las obras y eliminar las trabas burocráticas y administrativas que provocan suspensiones y cancelaciones de obra.
Equidad Social: desigualdad creciente y regresividad contradictoria
Ø En los últimos 10 años el gasto destinado a la equidad social (educación básica, salud para la población no asegurada y recursos para el combate a la pobreza) se ha incrementado de manera importante.
Ø Sin embargo, 60% del gasto social es regresivo, esto significa que se concentra en los grupos de mayor ingreso y no en los que más lo necesitan.
Ø Existe una enorme brecha de desigualdad en el acceso y la calidad a servicios sociales básicos entre la población de diferentes ingresos.
Ø El 20% más rico de la población tiene un probabilidad de casi 35% de llegar a la educación superior; mientras que el 20% más pobre tiene menos del 10% de probabilidad de llegar a la universidad.
Ø El acceso a los servicios de salud y la atención médica son muy distintos para la población más marginada: tienes menos opciones y menor cobertura.
Ø Es necesario mejorar la rendición de cuentas del gasto social para asegurar programas sociales menos regresivos que aseguren un mayor acceso y cobertura a la población de menores ingresos.
Gasto Federalizado: muchos recursos + alta dependencia fiscal = gasto ineficiente
Ø En 1990, el gobierno federal manejaba 66% del gasto público. Hoy, los estados manejan casi 60% del presupuesto nacional.
Ø El peso de las transferencias del gobierno federal a los gobiernos locales se ha más que duplicado en los últimos 20 años: en 1990 representaban tan sólo el 2.6% del PIB; mientras en 2009 representaron el 7.5% del PIB.
Ø Sin embargo, las entidades federativas sólo recaudan, en promedio, 8.48 % de sus ingresos totales, y dependen casi en 85% de las transferencias federales.
Ø Este sistema de gasto descentralizado hacia gobiernos locales ha generado incentivos perversos que no promueven la eficiencia del gasto ni el crecimiento económico.
Ø Es urgente disminuir la dependencia fiscal de los gobiernos subnacionales (estados y municipios) del gobierno federal para incentivar la eficiencia y la transparencia en el ejercicio del gasto público por esos niveles de gobierno
“Si lo podemos evaluar, lo podemos mejorar”