Las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) cuestionaron la “transición democrática” en la entidad, debido a que, en su opinión, “la conformación del gabinete pasó por la clásica repartición de cotos y espacios de poder entre los diversos grupos políticos y económicos”.
En un comunicado, advirtió que personajes allegados al exgobernador y exsecretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, dirigirán las estructuras de seguridad y, por consiguiente, advirtieron, “tendremos que atenernos a la línea de represión de su muy peculiar estilo”.
El grupo subversivo agregó que “con esto se entiende que le darán prioridad al esquema de combatir todo intento de ‘subversión’ o inconformidad social bajo el esquema Loxicha (región zapoteca que fue reprimida en 1996 al ser considerada bastión del Ejército Popular Revolucionario)”.
En un “balance preliminar” del gobierno de Gabino Cué, el grupo insurgente, que hizo su aparición en la entidad en diciembre de 2000, advirtió que “no se refleja, al menos de inicio, una línea política básica, pues hasta el momento sólo se han visto destellos y ocurrencias para un tema y otro”.
El área política, añadió, “ha demostrado en fechas recientes cierta novatez y falta de conocimiento e iniciativa para desactivar los conflictos que, en su mayoría, fueron creados artificialmente por el PRI”.
Y es que “su actuación –hasta el momento– da prioridad a lo mediático con ciertas medidas de corte populista”, añaden la FARP.
En el fondo de todo ello, consideraron, se encuentra “la pugna por el poder entre los principales grupos políticos que se mueven en Oaxaca y que se niegan a perder los privilegios y prebendas obtenidas a través de décadas de usufructo”.
También hicieron referencia a que mientras al interior del PRI hay una lucha por obtener o conservar el liderazgo (entre Eviel Pérez Magaña contra Jorge Franco Vargas); al interior de la coalición gobernante PAN-PRD-PT-Convergencia, los grupos hacen todo por acaparar las mejores posiciones de poder.
Mientras, añadió el grupo rebelde, “los grillos tradicionales de la izquierda los acomodan en la Secretaría de Asuntos Indígenas para que ahí se hagan bolas y se les mantenga entretenidos en una secretaría bonsái”.
“Gabino Cué da su primer traspié al producirse un escándalo político al no contar algunos de sus secretarios con el susodicho título que los acreditara académicamente”, dijo.
Por otra parte, censuraron al gobernador el escoger como parte de su equipo a personajes como Irma Piñeiro y Bernardo Vázquez Guzmán, quienes “representan los intereses de Elba Esther Gordillo, mientras que Germán Espinosa representa al grupo de José Murat”.
Sin embargo, el grupo guerrillero señaló que el verdadero interés del grupo político en el poder está en las grandes riquezas naturales de la entidad, llámese forestales, de energía o mineras con que cuenta Oaxaca.
Pedro Matías
Proceso