19:13 Las autoridades cubanas trasladaron a media docena de presos políticos, los primeros movimientos tras el anuncio de la Iglesia Católica de que disidentes serían llevados a lugares cercanos a su hogar o recibirían mejoras en su situación.
En la tarde del martes el disidente Félix Navarro, condenado a 25 años, quien se encontraba en una cárcel en Ciego de Avila avisó a su familia que había sido conducido a un penitenciario en la provincia de Matanzas de donde es oriundo.
Los familiares transmitieron la información a Elizardo Sánchez de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHyRN).
Asimismo el opositor Diosdado González, quien purgaba una pena de 20 años de prisión en Pinar del Río, fue llevado a otra prisión cercana a su hogar en Matanzas, informó a la AP su esposa Alejandrina García.
Esto significa que lo anunciado sobre “la conversación del cardenal (Jaime Ortega) con (el presidente) Raúl Castro se está cumpliendo”, agregó García en una conversación telefónica.
“Es muy bueno, pero no dejaré de pedir por la libertad de mi esposo”, señaló. García antes debía viajar unos 400 kilómetros para visitar a su esposo en Pinar del Río y ahora lo tendrá a 20 kilómetros.
Familiares de los prisioneros y activistas protestaron durante años porque los opositores eran internados en centros carcelarios alejados de sus familias, imponiéndoles a esposas e hijos un castigo indirecto.
Castro y Ortega se reunieron el 19 de mayo para hablar de la realidad política de la isla, luego de que la iglesia intercediera por las Damas de Blanco, un grupo de esposas de disidentes presos en 2003, entre ellas García. Pero fue hasta el 23 de mayo que la iglesia informó sobre los traslados.
Paralelamente la propia Iglesia católica en un comunicado oficial agregó otros nombres de disidentes que también habrían sido trasladados: José Luis García Paneque, Iván Adolfo Hernández y Arnaldo Ramos.
Bertha Soler, una de las Damas de Blanco, casada con el reo Angel Moya, indicó además que las autoridades les dijeron a los presos Antonio Díaz y Adolfo Fernández, ambos de la capital y alojados en la provincia de Ciego de Avila, que se prepararan para un eventual traslado.
“Es un paso de avance. Nosotras queremos que estén en casa, pero este es el camino. Mientras tanto que mejoren sus condiciones de vida”, expresó.
Familiares y activistas protestaron durante años porque los opositores eran internados en centros penitenciarios alejados de sus familias.
La CCDHyRN cifró en unos 200 los presos políticos en la isla, un número que decreció en los últimos años tras una redada en 2003 de 75 opositores llevados antes ante los jueces bajo cargos de recibir dinero y orientaciones de potencias extranjeras para destruir a la revolución.
Una veintena de los 75 fueron liberados posteriormente por problemas de salud a lo largo de estos siete años. Los traslados mencionados y los anunciados corresponden a personas de este grupo.
MIELNIO
