* Al margen de filias y fobias, a querer o no, guste o no, mantener la gobernabilidad en la Guelaguetza como no ocurrió en los últimos tres sexenios, es un invaluable logro político del gobernador Salomón Jara.
* La explicación es muy simple y sencilla, hoy en los diferentes cargos públicos están los activistas que protagonizaban acciones de presión política y chantaje económico contra los anteriores gobiernos de Oaxaca.
Desde la óptica de la crítica propositiva, es nuestra profunda convicción no regatear méritos a nadie a grado tal de, reconocer y aplaudir los aciertos y logros de actores del pueblo y del gobierno.
En ese sentido, un aspecto poco observado hasta ahora y menos dimensionada la magnitud de su trascendencia, es la gobernabilidad alcanzada durante las diversas festividades de la Guelaguetza.
Al margen de filias y fobias, a querer o no, guste o no, mantener la gobernabilidad en la Guelaguetza como no había ocurrido en los últimos tres sexenios, es un invaluable logro político de Salomón Jara.
La explicación es muy simple y sencilla, en los diferentes cargos públicos están los activistas que protagonizaban acciones de presión política y chantaje económico contra el Gobierno de Oaxaca.
Al mismo tiempo, la presencia de los dirigentes de organizaciones políticas y sociales inhibe, desactiva e inmoviliza las acciones de presión política y chantaje económico de otros dirigentes.
Y, hoy por hoy, son altos funcionarios del gabinete legal y ampliado del gobierno de la Primavera Oaxaqueña controvertidos individuos, como Flavio Sosa Villavicencio y José de Jesús Romero López.
El ex vocero de la latente Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y dirigente de la organización Comuna con su hermano Horacio, diputado local, es Jefe del Gabinete del Gobierno.
Por su parte, el dirigente de la Unión Campesina Oaxaqueña (UCO), del Frente de Organizaciones Sociales, Campesinas, Urbanas, Pesqueras y de Transporte (FOSCUPT), es Secretario de Gobierno.
El no menos polémico dirigente del Frente Único de Comunidades Oaxaqueñas (FUCO), Nino Morales Toledo, es poderoso Secretario de Administración, entre otros activistas en el gabinete.
“Para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo”, por lo que nada de extraño tiene la puesta en marcha del programa del gobierno de Morena Topiles por la Paz, con carácter honorífico.
El gobierno estatal informó que Topiles por la Paz son elementos de seguridad que ayudarían a garantizar la armonía en las festividades de la Guelaguetza 2023, del 17 al 24 de junio en el estado.
El lanzamiento de la iniciativa fue dado a conocer por la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública de Oaxaca (SESESP) para reclutar a ciudadanos que sirvan como voluntarios.
Sin embargo, diversas organizaciones políticas y sociales excluidas de los beneficios de los gobiernos anteriores criticaron severamente el novedoso programa de Morena, Topiles por la Paz.
El Frente de Organizaciones Oaxaqueñas (Foro) denunció que Topiles por la Paz podrían, en realidad, actuar como grupo de choque y generar violencia en las actividades de la Guelaguetza.
No obstante, “haiga sido como haiga sido”, cooptados o no, los milicianos de la Comisión Política y del Comité Ejecutivo de la Sección XXII del SNTE-CNTE desistieron de boicotear la Guelaguetza.
Para justificarse ante las bases, la dirigencia de la activista de la APPO y UTE, Yenny Araceli Pérez Martínez, dijo que se dedicarían a organizar su Guelaguetza en esta capital y Asunción Nochixtlán.
Por la batalla campal en la Guelaguetza Magisterial y Popular declararon “persona non grata” al diputado federal de Morena Irán Santiago Manuel, acusado de infiltrarse para provocar la violencia.
La Asamblea General de la Sección XXII determinó irse a paro indefinido el 1 de septiembre tras considerar insuficientes las respuestas a sus demandas por parte de los gobiernos federal y estatal.
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