Cada temporada invernal los virus se ceban con las vías respiratorias de todas las personas, en todos los países del mundo: el virus sincicial respiratorio, que es el más común, los diversos tipos de virus de la influenza, que mutan tan fácilmente, los adenovirus, etcétera. Estamos acostumbrados a que esto ocurra y sabemos que tenemos que cuidarnos y, sobre todo, que tenemos que cuidar a nuestros niños más pequeños y a nuestras abuelitas y nuestros abuelitos.
Pero de pronto ocurre que un nuevo virus se hace presente en el festival anual de las infecciones respiratorias agudas y eso es lo que ha ocurrido con el coronavirus causante de la enfermedad Covid-19 que en esta temporada ha sorprendido al mundo y lo mantiene en alerta. Con más de 80,000 casos y cerca de 3,000 fallecimientos en más de 50 países (si bien son cinco los que concentran la mayor parte: China, donde comenzó, Corea del Sur, Italia, Irán y Japón), ya prácticamente estamos ante una pandemia.
Aunque en el país ya se confirmó la presencia de los primeros casos de Covid-19, la enfermedad todavía no se ha detectado en Oaxaca, al descartarse los primeros casos sospechosos que teníamos. Pero aquí lo importante es que no hay por qué esperar a que se confirme la transmisión del virus entre nosotros para poner a punto la cadena de gobernanza que nos permitirá hacer frente a esta nueva contingencia de salud cuando efectivamente nos alcance.
Esto ya tampoco es inédito entre nosotros. Hay que recordar que hace ya once años, en marzo de 2009, aquí en Oaxaca tuvimos el caso cero o caso índice de la pandemia de influenza AH1N1. Como secretario estatal de salud, me tocó a mí encabezar la respuesta local a esa crisis, habiendo creado con anticipación la Unidad de Inteligencia para Emergencias en Salud.
De las múltiples enseñanzas que nos legó aquella experiencia, creo que la más importante es la necesidad de una coordinación sólida y una comunicación fluida entre todos los eslabones de esa cadena de gobernanza a la que me refiero. Lo que tenemos que hacer es prepararnos para que Oaxaca sea un estado modelo en acciones de preparación y prevención ante lo que todavía no llega. Que Oaxaca sea un ejemplo en materia de anticipación a través de la información, la promoción y la preparación de la infraestructura médica existente.
Se trata sobre todo de un gran ejercicio de comunicación. En primer lugar hay que evitar la confusión hablando de buena fe. Aquí no hay buenos y malos, simplemente hay que manejar la información correcta de las fuentes autorizadas: las secretarías de Salud estatal y federal, los organismos internacionales, y asegurar una comunicación muy dinámica que permita la movilización de todos nuestros recursos, tecnológicos, humanos, en el momento en que la emergencia nos lo exija.
El primer gran paso de gobernanza ya lo dio el Gobernador del Estado y es importante darle la fortaleza, la confianza y la certidumbre necesarias, dado que él es quien tiene la relación con la federación y no hay que olvidar que fue uno de los primeros en firmar el acuerdo para que se diera la creación del Instituto de Salud para el Bienestar, que sustituye al Seguro Popular. Luego vienen los presidentes municipales de todo el Estado y sus respectivas regidurías de salud. Finalmente están los ciudadanos mismos, que se comunican con la nueva herramienta de las redes sociales.
Las instituciones de Salud, con la rectoría de los secretarios estatal y federal, tienen una gran responsabilidad en que fluya la información entre todas las dependencias, el IMSS, el ISSSTE, los servicios de salud de Pemex, de Sedena y de la Marina, en fin todas las instituciones que tienen presencia en el Estado. Es crucial que haya una gran coordinación y un flujo eficiente de información entre ellas, que se hablen horizontalmente y se comuniquen con las sociedades médicas y de salud pública, los médicos generales y los médicos especialistas, los laboratorios de análisis clínicos, los centros de salud y los médicos que están en el Hospital Regional de Alta Especialidad y en el Hospital Civil, que con su gran concentración desempeñó un papel relevante en la pandemia del 2009.
Ojalá no tengamos ningún caso, pero de tenerlos hay confiar en que la gobernanza en Oaxaca será el escudo más efectivo contra el coronavirus.
Twitter: @martinvasquezv
