Acusado de autodesignarse coordinador de los senadores, Damián Zepeda revira y advierte que si Rafael Moreno Valle lo sustituye, como la condición que pusieron los gobernadores para apoyar a Marko Cortés, entonces el Partido Acción Nacional (PAN) se encamina a la muerte por su falta de conguencia.
“El PAN, para serle útil a México, tiene que ser congruente. Si no hacemos eso en el partido, vamos a desaparecer. Así de grave está la situación”, advierte Zepeda, quien niega avalar el pacto de Cortés con los gobernadores, los cuales –afirma– no quieren a ese partido como oposición, sino como instrumento para obtener prebendas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Me parece un despropósito, más allá de a quién elijan, que la decisión de nombrar los coordinadores no sea de los senadores o de los diputados y del dirigente, sino de terceros (los gobernadores), que tienen además intereses particulares, como presupuesto, apoyo a policías y demás”, afirma Zepeda a Apro, agencia de noticias del semanario Proceso.
“De confirmarse que así es, sería terrible para el PAN. Olvídense de Damián Zepeda. ¡Sería terrible para el PAN! Entonces ni de broma voy a formar parte de un acuerdo, ni para que me incluyan ni para que no me incluyan. ¡Está mal, punto!”.
La cruenta lucha interna en el PAN no concluirá con la elección del nuevo presidente, prevista para el 11 de noviembre, sino que continuará con la designación de los coordinadores parlamentarios, que es facultad del nuevo y que, de ser Cortés, implicaría la destitución de Zepeda.
Conforme a información no oficial, pero admitida “en corto”, 12 gobernadores del PAN (en funciones y electos) condicionaron su apoyo a Cortés a cambio de prometer remover a Zepeda y colocar en su lugar a Moreno Valle, exgobernador de Puebla.
“Si intereses ajenos al PAN, aunque sean gobiernos, van a ser los que regulen la agenda del partido, y por ello el PAN no puede cumplir su rol de oposición, sino que se pone a negociar temas a cambio de presupuesto, policías y demás, le espera un muy mal futuro al PAN”.
–¿El PAN se está jugando la vida?
–Completamente, pero vamos a ver el resultado. Si lo que escucho es real, estoy muy preocupado. Un pacto que formalice que una instancia que no tenga facultades estatutarias sea la que tome decisiones en el partido, me parecería terrible y no sólo terminaría muy mal, sino pésimo.
“De confirmarse que esos son los acuerdos me parece muy mal, porque implica que el dirigente no toma las decisiones en el partido”, dice, y niega que él se haya autodesignado coordinador, porque el actual presidente, Marcelo Torres, hizo una consulta entre senadores que él gano “por abrumadora mayoría”.
“Imposición sería que, en una mesa ajena al Senado, sin haberle preguntado a los senadores, ya tengan decidido quién va ser el coordinador. ¡Eso es imposición!”.
–¿No fue lo que pasó con usted?
–No. Se consultó a cada senador y la mayoría del Senado dijo que me proponían a mí como coordinador. Tú le puedes preguntar eso a Marcelo.
El peor error, “pactar con el sistema”
Sustituto de Ricardo Anaya en la presidencia del PAN, cuando éste perfiló su candidatura presidencial, y designado coordinador de los senadores por el presidente que a su vez lo relevó, Marcelo Torres, Zepeda enfrentó al frente de ese partido la peor derrota en tres décadas.
Él asume la parte que le corresponde en la derrota, pero insiste en otras responsabilidades, como los senadores que apoyaron al candidato priista, José Antonio Meade, a los gobernadores que tampoco cumplieron, y a “pactar con el sistema”.
–¿Qué se juega el PAN en esta elección?
–El futuro. El tema fundamental para mí, lo digo de manera concreta, no es un puesto. A las personas las definen las ideas y el carácter, no sus posiciones. Nunca en mi vida me ha obsesionado una posición. Lo que sí me obsesiona ahorita es el futuro del PAN.
Estuvo muy duro el resultado electoral y por eso, añade, el PAN tiene que ser congruente entre lo que dice y lo que hace, y si se cometieron errores en el pasado, que me incluyen, tenemos que corregir.
Enfatiza: “Pero los errores son pactar con el sistema. ¡Ese es el error principal! ¡El PRIAN es lo que más daño le hizo al PAN! Y todas estas traiciones y trabajos en contra del partido nos hizo ver como un partido que no estaba definido”.
Y ahora, afirma, sí tengo muy claro el rol del partido, porque yo en lo personal tengo que hacer no una oposición radical, es una posición firme, fuerte, con carácter y con valor, que implica negociar lo que no se debe negociar. Que si te quieren amenazar con que se quieren quitar tal o cual, que no ha pasado, que te lo quiten.
Según Zepeda, es preciso rectificar el camino y para eso el PAN debe tener un presidente a la altura de las circunstancias.
“Debe tener tres características: La primera es que tiene que tener carácter para saber escuchar y al final tomar decisiones, porque el que no toma decisiones por él no es dirigente, es un regente; segundo: tiene que tener palabra, porque un dirigente que no tenga palabra no sirve, y tercero: tiene que entender que en este momento el rol que le corresponde al partido es de oposición”.
Zepeda ha sido duramente cuestionado por numerosos panistas, entre ellos Felipe Calderón, cuya esposa, Margarita Zavala, renunció al PAN por no lograr ser la candidata presidencial. Aunque ha hablado, dice, con muchos liderazgos de su partido, con él no.
“Respeto la investidura que tiene de expresidente, pero no comparto muchas de sus apreciaciones, algunas de ellas las hace en torno a un sentimiento personal, de que su señora esposa participó y no logró la candidatura, y hasta ahí. Me parece muy visceral”.
El más reciente episodio ocurrió cuando Calderón aludió a un mensaje en Twitter de Zepeda, quien tras la victoria de “El Canelo” Álvarez expresó: “Uffff. Todo lo que tengo que decir. Lo que es es, las cosas se ganan en la vida, no se reciben de regalo. En fin”.
Y Calderón respondió: “¿Qué le pasa? Pobre PAN”.
Zepeda dice al respecto: “¡Por Dios! Hay más cosas en la vida. Claro que me refería a la pelea, porque por más que estaba echándole porras, como todos los mexicanos, a nuestro compatriota, yo no vi lo que dicen que pasó. Y lo expresé”.
Fuente: proceso.com