La gobernadora de Arizona solicitó a una juez que deseche la impugnación federal a una nueva ley de inmigración en el estado.
Los abogados de la gobernadora Jan Brewer en el caso informaron el lunes que el gobierno federal no ha demostrado que haya sido perjudicado por la legislación —que entrará en vigor el jueves— y en lugar de ello basa su dicho en especulaciones.
El gobierno del país afirma que la legislación federal tiene preeminencia sobre la estatal y que la ley migratoria de Arizona ha perjudicado las relaciones de Estados Unidos con México.
Los abogados de Brewer dijeron que el rechazo del gobierno mexicano a la ley no la vuelve inconstitucional.
La nueva ley permite a los policías, al aplicar otras legislaciones, verificar la situación migratoria de una persona si hay una “sospecha razonable” de que se encuentra en Estados Unidos de manera ilegal.
La medida no define lo que entiende por “sospecha razonable”, pero los documentos de capacitación policial indican que los motivos pueden incluir hablar un inglés deficiente, viajar en un vehículo atestado y andar por donde acostumbren reunirse inmigrantes indocumentados.
La juez federal de distrito Susan Bolton analiza las demandas presentadas por el Departamento de Justicia federal, un policía de Phoenix y organizaciones de derechos civiles para que impida la entrada en vigencia de la nueva ley.