* Hoy, más que nunca, es verdaderamente indispensable signar un Acuerdo Regional Sur-Sureste para enfrentar la Emergencia Sanitaria y Económica, a semejanza de la firma del Pacto por Oaxaca.
* Al igual que el Pacto por Oaxaca bien visto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, seguramente el Acuerdo en cuestión, también sería apoyado y avalado por el Primer Mandatario.
Con generosa amabilidad y gentileza, Paco García López, hizo al columnista un comentario altamente positivo frente a la crisis global, que debe conocer el Gobernador Alejandro Murat.
Con imaginación y creatividad planteó la urgente necesidad de convocar a la unión y esperanza de los oaxaqueños. Prioritario es apoyar a las Pymes de la clase media, en franca extinción nacional.
Resulta vital convocar a la unión, no tanto a la unidad, porque ésta es más difícil de alcanzar, en virtud que requiere un grado de mayor conciencia de la que, lamentablemente, carecemos.
Convocar a la unión por parte del Gobernador Alejandro Murat implica retomar el injustamente denostado, por controvertido, Milagro Oaxaqueño, ambiciosa meta inicial de su gobierno.
Está demostrado históricamente que quien suma multiplica. Hace realidad humanamente el milagro de la multiplicación de los panes y los peces por Jesús, cerca de la ciudad de Betsaida.
Paco, es un político maduro, inteligente, inquieto y sensible. Antes de incorporarse al gobierno muratista laboró en la CFE con Enrique Ochoa, amigo y ex compañero de Alejandro en Columbia.
Atinadamente retoma las iniciativas en ese sentido de líderes históricos de la socialdemocracia más que de la izquierda mexicana, como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo.
Refuerza la propuesta de Paco el llamado en el Senado a un Acuerdo Nacional en Favor de México. Urge garantizar salud, mantener empleo y defender el ingreso por la crisis de salud y económica.
Nos une la añeja amistad de toda la vida, generacionalmente emparentados. Sin traicionar su confianza, me permito hacer pública su propuesta, dada la trascendencia de su comentario.
Hoy, más que nunca, es verdaderamente indispensable signar un Acuerdo Regional Sur-Sureste para enfrentar la Emergencia Sanitaria y Económica, a semejanza de la firma del Pacto por Oaxaca.
Este Acuerdo se puede inscribir como un tema central en el propio Pacto por Oaxaca, que involucra a nueve entidades federativas, toda vez que su objetivo central es detonar el desarrollo.
Es más, en la reunión regional de la Concamin, con la presencia del presidente López Obrador, se promovió la Integración de la Agenda Estratégica Sur-Sureste para el Desarrollo Económico.
La finalidad es sumar esfuerzos y voluntades para trabajar de manera conjunta y bajo una visión integral enfocada al desarrollo equilibrado y equitativo del país, en la región Sur-Sureste del país.
Murat destacó el impacto del acuerdo, encabezado por el Proyecto Interoceánico, a fin de alcanzar mayor bienestar social sostenible y equitativo, fortaleciendo las capacidades productivas.
“La mejor política social tiene un alto grado de nivel económico; permite entrar en una economía de valor y el Proyecto Interoceánico permitirá, lograr importantes niveles de desarrollo”, afirmó.
Al igual que el Pacto por Oaxaca bien visto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, seguramente el Acuerdo en cuestión, también sería apoyado y avalado por el Primer Mandatario.
Con visión y sensibilidad, dada su sólida formación académica en la Universidad de Columbia, Alejandro Murat Hinojosa entiende, mejor que nadie, la importancia de lo local a lo global.
Tampoco desconoce que la mayor y mejor estrategia para insertarse competitivamente en la globalización es, a través de la regionalización. Así lo prueba la firma del Pacto por Oaxaca.
Es innegable la fuerza latente de los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Sonó la hora que despierte ese potencial económico.
La región Sur-Sureste tiene una importancia geopolítica estratégica a nivel global. De entrada, su ubicación geográfica y, sobre todo, sus vastos recursos naturales entre los que destaca el agua.
Salvo mejor opinión de los expertos, los estados de Tabasco, Chiapas y Oaxaca, ocupan los tres primeros lugares en precipitación pluvial anual. Es decir, llueve más que en todo el resto del país.
Sin embargo, hasta ahora, pueblo y gobiernos, federal, estatales y municipales, de esas nueve entidades federativas hemos sido incapaces de optimizar el uso racional del vital líquido.
Como consecuencia lógica y natural de no construir obras hidráulicas simples, sencillas y baratas, que retengan el agua, para recargar los mantos freáticos, padecemos anualmente inundaciones.
A Pepe Murat se le puede acusar, quizás no sin razón, de muchos defectos, pero jamás se debe dejar de reconocer que es un animal político que ha hecho grandes servicios al Estado mexicano.
Se puede estar o no de acuerdo con sus acciones tal vez controvertidas, a favor de los Presidentes priistas y panistas, desde Luis Echeverría Álvarez hasta Andrés Manuel López Obrador, de Morena.
Especialmente fue decisorio el papel que jugó con Carlos Salinas. Sin que Pepe defendiera a puñetazos la tribuna del Congreso de la Unión, éste no hubiera tomado posesión como Presidente.
Una de sus acciones indiscutiblemente más trascendentes, fue la promoción de las reformas estructurales y la firma del Pacto por México al inicio del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
A diferencia del exitoso Pacto de la Moncloa, que democratizó y modernizó a España, con la participación de los diversos sectores políticos y sociales, la corrupción pudrió el Pacto por México.
Alejandro Murat sigue los pasos de su padre y promovió el Pacto por Oaxaca para el Desarrollo Económico Sur-Sureste. Se enriquecería con un Acuerdo por la Emergencia Sanitaria y Económica.
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