Gira del adiós de AMLO rechazará la derrota y pretextará, otra vez, fraude || Alfredo Martínez de Aguilar

Print Friendly, PDF & Email

* Genialmente perverso, AMLO ha puesto desde ya en marcha la maniobra para rechazar la derrota con el inminente triunfo de la candidata opositora Xóchitl Gálvez, pretextando fraude electoral durante la Gira del adiós.

 

* El presidente y su “círculo rojo” están desesperados ante el declive de las preferencias electorales hacia la “tapadera de su corcholata” y el crecimiento de Xóchitl. Y está decidido a incendiar el país para anular las elecciones.

 

El mayor problema que enfrentan los detractores y adversarios de la oposición para frenar la permanente destrucción del país por el Presidente Andrés Manuel López Obrador es olvidar quién es y cómo es.

 

No solo está convencido que el Estado mexicano es él, sino incluso el Rey Sol, por lo que jamás aceptará ni permitirá que alguien le haga sombra al costo que sea y sin importar que sea su hermano o su mejor amigo.

 

Obsesivo-compulsivo, práctico y pragmático, finca su éxito en la hipocresía y la falta de escrúpulos, al encarnar la parábola de Jesús sobre los fariseos, al llamarles y exhibirles como sepulcros blanqueados.

 

“Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de impurezas. Así también ustedes, por fuera, dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad”.

 

Como cristiano pentecostal pregona cínicamente el respeto a la ley y la viola permanentemente, todos los días, a mañana, tarde y noche. Y se indigna cuando se lo echan en cara. “No me vengan con que la ley es la ley”.

 

Convierte la imposición de la austeridad republicana en pobreza franciscana, engañando a los pobres que lo hace por ellos, mientras su familia, se enriquece escandalosamente, empezando por sus hijos Andrés y Gonzalo López Beltrán.

 

Genialmente perverso, ha puesto desde ya en marcha la maniobra para rechazar la derrota con el inminente triunfo de la candidata opositora Xóchitl Gálvez, pretextando fraude electoral durante la Gira del adiós.

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador y su “círculo rojo” están desesperados ante el estancamiento y declive de las preferencias electorales hacia la “tapadera de su corcholata” y el crecimiento de Xóchitl.

 

El Presidente Andrés Manuel López Obrador se amarra el dedo antes de que se lo corten. Al igual que los grandes conquistadores del mundo, ha cometido el grave error de abrir muchos frentes de batalla al mismo tiempo.

 

Los grupos de interés de Estados Unidos, la Corte, la Iglesia Católica, especialmente los Jesuitas, y los propios cárteles del narcotráfico no perdonarán sus traiciones, como la extradición de Ovidio Guzmán.

 

De ahí que López Obrador insista en definir la agenda política, como lo hace con la agenda mediática desde el púlpito de las “mañaneras”, miente y engaña con la verdad, mediante el cinismo en grado mayúsculo.

 

Nadie mejor que el Presidente está plenamente consciente y sabedor, a través de sus encuestas reales, que perderá la Presidencia, la mayoría relativa en el Congreso de la Unión y seis de las nueve gubernaturas estatales.

 

Para intentar evitarlo, está dispuesto y decidido a incendiar México, durante el recorrido de las 32 entidades de la República Mexicana, a través de convocar al “pueblo bueno y sabio” a exigir la anulación de las elecciones.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila