En la comunidad de Tierra Colorada, Ixtepejí, los habitantes ya no sufrirán más de las nubes de polvo que se levantaban en el camino de terracería, ni muchos menos de enfermedades respiratorias, asentó el senador oaxaqueño Benjamín Robles Montoya al inaugurar una obra de pavimentación considerada como la más importante del pueblo.
Con la explosión de un cohete en lo más alto de los cerros y al ritmo de banda, el congresista arribó a la población; ya lo esperaban autoridades municipales, gestores y población en general. Allí, bajo la sombra de un frondoso árbol, amarró el tradicional listón como símbolo de la unidad que necesita Oaxaca.
“La gente me ha pedido que vaya yo con ellos a recorrer los sinuosos caminos irregulares; como los niños tienen que, en época de lluvias, quitarse los zapatos para no mancharlos, para no llegar con el uniforme sucio, y sin duda que esta obra que se ha gestionado por parte de las autoridades municipales, y en la que nosotros nos tocó poner nuestro granito de arena, a mí me da mucho gusto”, expresó el legislador federal.
Robles Montoya recorrió la obra, gestionada al 100 por ciento en la Secretaría de Hacienda, constató la perfección y el cuidado con la que se construyó, a la par de apreciar el bello paisaje que rodea a la comunidad.
Fueron seis mil metros cuadrados de concreto hidráulico que se necesitó para la pavimentación de mil 200 metros lineales de la calle principal, con una inversión de cuatro millones 652 mil 149.25 pesos en beneficio de mil habitantes y que ahora facilitará el acceso a la telesecundaria, al Centro de Salud y a la agencia municipal.
De ahora en adelante habrá menos enfermedades, se evitará la proliferación de insectos; las personas incrementarán sus niveles de vida; sus propiedades tendrán mayor plusvalía; el número de visitantes al lugar incrementará, así como una mejor facilidad para el acceso a los servicios.