GDF fortalece mecanismos para abatir la reventa de boletos

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Ante las múltiples quejas y daños ocasionados por la “reventa ilegal” de boletos a eventos deportivos, foros y todo tipo de espectáculos en el Distrito Federal, el gobierno capitalino determinó fortalecer y poner en marcha los mecanismos necesarios para abatir este fenómeno, anunció el Coordinador General de Políticas Administrativas de Planeación y Organización, Alberto Esteva.

 

Dijo que por ello a través del Programa para Erradicar Reventa de Boletos del Gobierno del Distrito Federal (GDF) que estará coordinando el Consejo de Seguridad Publica y Procuración de Justicia del Distrito Federal  se instrumentan acciones para evitar que con la venta ilegal de los boletos, en su mayoría falsos, se vulneren los derechos de los ciudadanos para disfrutar de un sano esparcimiento y recreación.

La primera acción importante se registro el pasado 5 de Mayo cuando se aplico  un operativo en el Deportivo Oceanía, donde se llevaría a cabo la presentación del cantante Espinoza Paz, donde se logro asegurar mil boletos falsos.

Informo que se pudo detectar a dos sujetos del sexo masculino de nombre Alejandro Benito Ramírez Alejandro de 41 años de edad, Napoleón González Luna de 43 años de edad, así como a un menor de 17 años de nombre Martín Montenegro Giles, quienes tenían en su poder mil boletos falsos, por lo que fueron trasladados a la Coordinación Territorial VC-2, donde el apoderado legal de la Empresa, encargada de la organización del evento, presentó la denuncia correspondiente.

Destacó que apenas con este evento realizado los primeros días de mayo, se logro la remisión de mil cincuenta boletos así como siete personas acusadas de reventa.

Consideró que la adquisición o compra de boletos para espectáculos públicos o deportivos a través de la llamada “reventa” fomenta la creación de un mercado negro, que al final impide el acceso a espectáculos públicos en igualdad de condiciones, porque los ciudadanos se ven impedidos para asistir a un evento de manera regular, debido a que quienes compran de manera indebida revenden boletos y los agotan.

En ese marco, el funcionario del gobierno capitalino, señaló que se llevan a cabo reuniones cada semana para tratar el tema de reventa de boletos, en las que participan representantes de la Consejería  Jurídica, de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Procuraduría General de Justicia, Fiscalías, Juzgados Cívicos, entre otros.

Recordó que La Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal establece en su Artículo 25, fracción XI, que la reventa de boletos es considerada una infracción en contra de la seguridad ciudadana y establece como sanción de 25 a 36 horas de arresto inconmutables con multa económica.

Por ello, Alberto Esteva indicó que entre los acuerdos tomados, se encuentra la instalación de forma permanente de la mesa de reventa de boletos, la elaboración de un tablero de control semanalmente, así como el intercambio de información en tiempo real entre todas las áreas.

Señaló que el fortalecimiento de la vigilancia y la supervisión se realizarán en todos los eventos masivos, pues hasta ahora se han logrado detectar que los revendedores se concentran en familias, cuyos integrantes se dedican a esta actividad ilícita y han sido remitidos a la autoridad correspondiente en varias ocasiones por el mismo delito.

Sostuvo que el objetivo es encontrar los mecanismos más eficaces para abatir este fenómeno, y en estas actividades se incluye una campaña de difusión a través de lonas y mamparas informativas así como medios electrónicos sobre las sanciones que acarrea la reventa.

Consideró que estas medidas han dado resultados efectivos, pues los Juzgados Cívicos han informado la disminución significativa en los últimos meses del número de personas remitidas por este delito.

De igual forma, consideró que se debe encontrar algún mecanismo para el caso de los menores de edad que son remitidos ya que la Ley no prevé más que una amonestación, “sobre todo porque la importancia es sensibilizar a los padres de familia de estos menores del riesgo en el que colocan a sus hijos al permitirles o por negligencia desconocer las actividades a las que se dedican los menores”.