El viaje de Andrés a Oaxaca significó el pacto electoral con la CNTE a cambio de reintegrarles los privilegios que les fueron cancelados por la autoridad federal, a través de la Secretaría de Educación Pública.
Una vez que recorrió y oteó el territorio se dio cuenta que la elección a su favor no estaba tan segura como para lograr éxito en las urnas. Se dio cuenta que las mayorías están divididas.
De manera que Andrés decidió lanzar otro de sus anzuelos a la masa oaxaqueña para asegurar la elección a su causa prometiéndoles que trasladaría la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) al estado de Oaxaca y que el secretario de la Institución sería un oaxaqueño.
El mitin de las promesas fue deslucido, a pesar del reparto de gorras, de tortas y bebidas para calmar el hambre y la sed del respetable.
Ante la disminuida asistencia, Andrés decidió cortar por lo sano y optó por la despedida “hasta la vista baby”… Hay ocasiones en que la realidad se impone a las promesas de los candidatos que visitan las plazas públicas, pues las multitudes saben bien que lo prometido es canción de olvido; mas aún, cuando aquel día feliz se festejaba el día del padre y la Selección Mexicana enfrentaba al campeón del mundo, Alemania.
En efecto, a los responsables de la logística partidista olvidaron las fechas mundiales, quizás porque la realidad oaxaqueña se acerca y traiga consigo varias sorpresas que no concuerdan con las encuestas que son fotografías de un momento.
Los mitines de los candidatos fueron desairados, las masas prefirieron la reunión familiar, agasajar al padre y ver al Tri jugar y ganar el juego, a pesar de lo que decían las encuestas. Mas aún, cuando un grupo de jóvenes jugadores y un director técnico, de suma criticado, lograron lo que no pudieron hacer los partidos políticos, los legisladores, los gobernadores y el mismo Presidente de la República como fue unir a la nación al grado— se dice—, de provocar un ligero sismo con epicentro en CDMX cuando el Chuky Lozano anotó el gol que fue gritado por millones de espectadores en todo el país.
Cierto o no, la nación vivió feliz el día del padre y con júbilo disfrutó el triunfo deportivo de la Selección Mexicana al derrotar al campeón del mundo, Alemania.
Otro dato del cruzado de Macuspana es que, al igual que Trump el fascista que enjaula a miles de niños separándolos de sus padres y luego, ante la presión mundial en su contra se arrepiente. Andrés hace lo mismo, cambia de opinión al día siguiente de haber dicho lo contrario, ejemplo de ello, es que le dio vuelta a la promesa de cancelar el Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México.
La nueva es que, de llegar a Palacio Nacional, a Copilco, a Los Pinos, o ya no sabemos donde, se harían estudios comparativos de gastos y costos y más tarde se continuaría con la construcción del Nuevo Aeropuerto.
En otras palabras, el candidato de Morena se dio cuenta que cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto era una pifia y ante la presión de los dueños del dinero optó por cambiar de opinión.
Sin embargo, continúa insistiendo con otro tema estratégico, como el cancelar la Reforma Educativa, terquedad que deja claro la alianza sólida con los dirigentes de la CNTE y la S22 que, curtidos por largos años de negociar privilegios con las autoridades educativas, lo condicionaron con un Quid Pro Quo que tiene fecha, el 1 de julio; fecha que señalará el rumbo que México habrá de continuar, y claro, el pago de facturas por los pactos signados hasta con el diablo.
Lo inconveniente para ambas partes, —Andrés—CNTE—S22— es la desconfianza. Así están las cosas en esta alianza que avisora nubes muy oscuras, sobre todo, cuando en los flancos de Andrés aparecieron Flavio Sosa y Salomón Jara.
A lo anterior abría que agregar que los reflectores de la opinión publica y medios de comunicación se movieron hacia un macabro suceso, brutal, salvaje, primitivo, bestial, inhumano, inaudito, ocurrido el día que se festejaba el día del padre y el triunfo del Tri en Rusia.
Sucedió que apareció una narcomanta en el Puente de Nonoalco-Tlaltelolco de CDMX: “Empezó la Limpia Mugrosos”, decía el mensaje.
Manta acompañada de cuerpos humanos desmembrados sobre el carril del Metrobus, mostrando el horror que pueden causar las degradadas mentes de los que forman los carteles que operan en CDMX causando asombro y miedo.
De manera, que el pasado domingo la fortuna política, como voluble que es, volteó su mirada hacia sucesos más importantes y con ello desvío la atención de los sufragistas hacia los candidatos que a estas alturas de los partidos, de tanto repetir y prometer pocos los quieren ver como le sucedió a Andrés.
@luis_murat
https://www.facebook.com/luisoctaviomurat/