* Por su probable complicidad y traición, a la ejecución de Norberto Ayala en la capital, y el atentado a Emilio Montero en Juchitán, seguirán otras muertes y atentados. Emilio está sentenciado a muerte.
* Hoy, el mayor financiamiento de las campañas político-electorales proviene del crimen organizado y del narco, y presuntamente del lavado de dinero de los corporativos fiscales dedicados al outsourcing.
El triunfo de candidatos impuestos por el crimen organizado y el narcotráfico en la elección de las 13 Agencias Municipales, para controlar el narcomenudismo en la capital, obliga a airear el asunto.
Los nombres son conocidos, a partir de las denuncias en los medios y, sobre todo, en las redes sociales. Guerra que seguirá cobrando la vida de agentes y ex agentes, y presidentes municipales.
Por su probable complicidad y traición, a la ejecución de Norberto Ayala en la capital, y el atentado a Emilio Montero en Juchitán, seguirán otras muertes y atentados. Está sentenciado a muerte.
El caso del ex Agente Municipal y candidato por San Juan Chapultepec, y del presidente municipal de Juchitán, no son los únicos presuntamente involucrados con la maña en los 570 municipios.
Hoy, el mayor financiamiento de las campañas político-electorales proviene del crimen organizado y del narco, y presuntamente del lavado de dinero de los corporativos fiscales dedicados al outsourcing.
Dirigentes de los sindicatos de transportistas y prestanombres empresariales que lavan dinero de la maña en outsourcing participan activamente como inversionistas en las campañas electorales.
Lo hacen desde el padre putativo del outsourcing Sergio Castro, Eligio Hernández Carrillo, Mariano Rosales, Federico y Gabriel Sada Bolaños Cacho, Jorge Castillo Díaz, Eduardo Martínez Helmes, Alberto Vargas Varela, Eduardo Rojas Zavaleta y Pedro Morlet Rodríguez, entre otros muchos más.
Hasta el sexenio priista de Enrique Peña Nieto gozaban de total impunidad, ahora aparecen en la “lista negra” del Zar Antilavado, Santiago Nieto, y se les investiga, aunque vivan en Belice.
Reportes de inteligencia de organismos civiles y militares revelan que la mayoría de las 13 Agencias Municipales junto con los municipios conurbados forman parte del cinturón del vicio.
En unos y otros proliferan prostíbulos, bares, cantinas y “tienditas” vendedoras de drogas. La guerra a muerte entre sindicatos de transportistas es por el control de las rutas de distribución.
Con la protección de jefes y elementos de las diversas corporaciones policíacas federales, estatales y municipales, es el gran negocio de los sindicatos de transportistas, a través de taxis y mototaxis.
El narcomenudismo presuntamente es protegido por políticos de izquierda como Benjamín Robles Montoya, quien impuso en Santa Lucía a Dante Montaño Montero como presidente municipal.
El edil presuntamente está involucrado en el asesinato del abogado Jesús Antonio y la modelo Aída en la Calzada a San Felipe del Agua y la Fuente de las 8 Regiones, el 29 de enero de 2017.
A cambio del apoyo del ex vicegobernador de Gabino Cué, ex priista, ex convergente, ex perredista, el diputado federal del PT, maneja la nómina con aviadores como su hijo Luis Alfonso.
A ello obedece la intervención en operativos mixtos de elementos del Ejército en la Central de Abasto, colonias y las agencias al lado de la Policía Estatal Preventiva, la AEI y la Policía Municipal.
Nada nuevo bajo el Sol de Oaxaca. Desde la década de los 70, la Agencia Municipal de Álvaro Obregón es cabeza de playa y aduana en el Istmo del tráfico de drogas, armas e indocumentados.
Los guerrilleros centroamericanos, sobre todo guatemaltecos, como José María Ignacio Ortiz Vides, fundador de la Unión del Pueblo, apoyan desde entonces a la COCEI y hoy a Morena.
El PRI, la CROC, CTM, CROM y CNOP apoyaron en 1983 a la CANACO, dirigida por Humberto López Lena, para denunciar la existencia de al menos tres mil guerrilleros centroamericanos en Juchitán.
Apoyado en su mesianismo cristiano pentecostal, Andrés Manuel López Obrador perversamente insiste en engañar con la verdad. No miente, peca de cínico al igual que otros geniales políticos.
Lo hizo durante doce años de intensa campaña para ganar la presidencia y, ahora, desde ésta sigue manipulando la verdad. Utiliza falazmente a su favor verdades a medias de manera convenenciera.
Hábilmente, dice a millones de pobres güevones lo que quieren oír, a cambio que les regale dinero sin necesidad de trabajar. Lo mismo ocurre con miles de resentidos políticos de todos los partidos.
Profundo conocedor de la condición humana ha sabido capitalizar a su favor que todos tienen un precio y que proliferen los resentidos políticos y desadaptados sociales en México y en Oaxaca.
Si sus partidos hubieran dado el poder que exigían los ex priistas, ex panistas y ex perredistas, incluyéndose él mismo, no estarían en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Un día sí y otro también reitera sus cotidianas críticas mañaneras contra la corrupción y las complicidades de la mafia del poder del PRIAN con el crimen organizado y el narcotráfico.
El escupitajo al cielo del presidente López Obrador cae en su cara. La corrupción y complicidad con el narco le salpica a él, también, a su paso por el PRD, al imponer a José Luis Abarca en Iguala.
Tiene razón, está ampliamente documentada globalmente la corrupción y complicidad con el hampa organizada de los dirigentes nacionales, estatales y municipales del PRI desde los 70.
Luis Echeverría Álvarez jamás hubiera llegado a la presidencia de la República sin el apoyo económico y político de su suegro José Guadalupe Zuno Arce, capo del narco en el sur de Jalisco.
Después la creciente corrupción y complicidad con el narcotráfico durante los gobiernos de José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, dinamitó las instituciones.
Por su ambición de mantenerse en el poder transexenal los gobiernos del PAN con Fox y Calderón, también se hicieron cómplices del narco, pero la peor debacle ocurrió con Enrique Peña Nieto.
Por ello, sorprende que AMLO insista en la estúpida guerra contra el narco decretada por el alcohólico Calderón para monopolizar su control hegemónico, a través de Genaro García Luna.
Al igual que Miguel de la Madrid traicionó a los viejos capos Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, Felipe Calderón y Enrique Peña traicionaron al Chapo.
Los capos prestarían un gran servicio a México si probaran la complicidad y corrupción con los ex presidentes, pero también con la DEA, quien asesinó a su agente Kiki Camarena para callarle.
Aquí en Oaxaca, uno de los últimos gobernadores priistas del reciente pasado traicionó al jefe de jefes y secuestró a su hermano, a través de su delfín, y vendió la plaza a un cártel nacional.
Al final todos serán traicionados por el gobierno de México, a pesar de financiar campañas y enriquecer a los presidentes de la República, a los gobernadores y presidentes municipales.
Asimismo, serán traicionados y robadas sus fortunas por el gobierno de Estados Unidos. Es la lección que no aprenden los capos de los carteles que se diputan el control en México y Oaxaca.
El único seguro de vida de los capos es actuar de manera inteligente, restableciendo la vigencia de su Código de Honor que ante todo respeta a la familia y proscribe la muerte de mujeres y niños.
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