Parece mentira, pero hace ya casi un semestre que el teléfono insignia de Samsung, el Galaxy S4, se comenzó a vender en las tiendas. Solo dos meses después, el smartphone había conseguido 20 millones de unidades comercializadas, todo un record para el fabricante coreano.
Ya sabiendo en qué consisten las nuevas apuestas móviles de su principal competidor, Apple, es hora de hacer una proyección sobre cómo podría ser su próximo teléfono estrella, el S5. En T3 se han encargado de recoger algunos de los pronósticos.
Una de las principales quejas respecto a los terminales de Samsung es su material plasticoso exterior. Samsung estaría planteándose dotar a su nuevo teléfono de una carcasa de aluminio y magnesio en su parte posterior. Según informa ET News, la compañía habría enviado ingenieros a Vietnam para investigar la viabilidad de fabricar smartphones con dichos materiales.
La necesidad se habría vuelto aún más acuciante con la introducción del iPhone 5c. Hay cierto miedo. Después de que el gigante de Cupertino haya abrazado el plástico, el lanzamiento de este dispositivo podría hacer pensar a los consumidores que todos los smartphones con carcasa gomosa son de bajo presupuesto.
Otro de los añadidos importantes sería la mayor potencia. Se sabe que el quinto Galaxy S contará con un procesador de 64 bits. Shin Jong-Kyun, coCEO de Samsung ha dejado caer que el S5 incorporará el chip A7 en su interior, el mismo que da vida al iPhone 5s.
Samsung seguirá siendo el principal abanderado de Android en el ámbito de los smartphones, pero una de las posibilidades es que la empresa lance una versión del S5 corriendo con su propio sistema operativo, Tizen.
Se espera que el teléfono venga con 16 megapíxeles de cámara y tecnología de estabilizador óptico de imagen (OIS), hasta ahora solo vista en el gadget mitad teléfono, mitad cámara Galaxy S4 Zoom.
ITespresso