“Como Benito Juárez, escogeré a los mejores hombres y mujeres de México para integrar el gabinete. Él logro integrar un gabinete que es el mejor equipo de gobierno que hemos tenido en toda la historia de nuestro país. Hombres que parecían gigantes y que gracias al patriotismo, a la inteligencia, y a la honradez, se pudo rescatar la República.” (Reforma, 1/25/ 2006.) Andrés Lopez
Durante la Guerra de Reforma, la intervención Francesa y el Imperio, el Presidente Juárez tuvo 20 ministros de Exteriores en diez años—del 19 de enero de 1858 al 21 de julio de 1867. Los más destacados fueron, Melchor Ocampo, Francisco Zarco, Manuel Doblado y José de Amparán.
En el resto de las secretarias los cambios fueron: 20 ministros en Gobernación, en Justicia 16, en Guerra 14, en Hacienda 21.
Gracias a los hombres que integraron los diversos gabinetes, Juárez fue un gran Presidente, pues tuvo la habilidad de encontrar a los más brillantes, a los más inteligentes, a los que supieron y comprendieron el significado del poder y la responsabilidad que ello implica, ya que gobernar es cosa seria y difícil que requiere de la política, y ésta hay que saber practicarla para desempeñar el poder con éxito.
De manera, que siendo el Presidente Juárez y su gobierno el modelo a seguir del Presidente López, carece de sentido que el Gabinete de Seguridad haya cometido semejante pifia en Culiacán, en donde el terror se desató de forma incontenible.
Sucedió que alguien del Gabinete de Seguridad dio la orden a una Compañía militar al mando de un sargento primero, para que realizara un operativo, con objeto de capturar a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo.
Los que dieron la orden no calcularon la peligrosidad de la operación militar toda vez que el Cartel de Sinaloa esta considerado como la tercera fuerza criminal más poderosa del mundo con capacidades de penetración en el ámbito de las finanzas, el comercio, el comercio de armas, el narcotráfico en Europa Mediterránea, Balcánica, Oriental y Occidental; Norteamérica, Asia, África y Australia, incluyendo China, India y las dos Coreas. El Cartel de Sinaloa, versión México, es solo una parte del poderoso imperio del narcotráfico a nivel mundial.
En consecuencia, es evidente que el Gabinete de Seguridad del Presidente no estaba enterado o “tenía otros datos” al respecto. Así que “enviaron al matadero” a 31 soldados para capturar a Ovidio. Los resultados de la operación fallida son de sobra conocidos los cuales causan pena y enojo, al estar ciertos de que parte de la nación esta a merced de un Estado dentro de otro Estado.
Al desatarse el terror, los integrantes del Gabinete de Seguridad y haber fallado la operación militar, intentan salvar el pellejo para evitar la posible renuncia que la opinión pública exige.
Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, afirmó que se actuó de manera precipitada, improvisada sin medir las consecuencias.
Alfonso Durazo, opinó diferente al Presidente, asegurando que a Ovidio Guzman no lo capturaron, y no lo entregaron a sus cómplices que atacaron y doblaron a la patrulla militar, y que según Durazo realizaba un patrullaje rutinario no una operación de captura.
Por su parte, el Presidente dijo que se trató de una orden de captura ordenada por el mando superior del ejercito, y que Él respaldo.
Cada uno dio diferentes versiones que no coinciden con lo sucedido, lo cual refleja la falta de coordinación, de seriedad, de inteligencia, del uso de armamento adecuado para hacer frente a un enemigo de las dimensiones del Cartel de Sinaloa.
Es, por lo tanto, inexplicable que hayan enviado a 31 soldados a la muerte sin más armas que sus rifles, sin estrategia, sin plan de captura, sin instalar el cinturón de seguridad que pusiera a salvo a los civiles. Se actuó irresponsablemente con un alto costo político en la critica de la opinión publica, en los medios de comunicación, y con impacto en los mercados financieros, en la confianza de los inversionistas, y en las redes sociales.
Tuvo que “ahogarse el niño para tapar el pozo,” para que el sábado fueran enviados soldados de élite, con armas poderosas y bien equipados para restablecer el orden social en lo que fue una zona de guerra.
Concluyendo, queda claro que el Presidente necesita de un Gabinete de Seguridad formado por funcionarios que sepan y quieran hacer su tarea, que sean expertos y digan la verdad, que se entreguen con pasión a sus cargos y dejen de estar pensando en la gubernatura de Sonora.
Se necesitan funcionarios con talento y capacidad como los que acompañaron a Juárez para gobernar al México azaroso de aquellos difíciles años intervencionistas.
¿Los podrá encontrar el Presidente? Chi lo sa?
@luis_murat