El pasado 1 de enero, los 22 ministros de Brasil asumieron sus cargos junto con el presidente, Jair Bolsonaro.
Sin embargo, entre ellos sólo hay dos mujeres y no hay ningún representante de la comunidad afrodescendiente, pese a que 55 por ciento de la población pertenece a ese grupo social.
Guedes estará al frente de la fusión de Hacienda, de Planificación y de Desarrollo y Comercio Exterior en una sola dependencia.
Al frente del Gabinete de Seguridad Institucional estará Augusto Heleno, mentor político del actual Presidente.
También destaca Sérgio Moro, al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, responsable también del proceso que derivó en el encarcelamiento del expresidente Lula da Silva.
La cancillería estará en manos del diplomático Ernesto Araújo, admirador de Donald Trump.
Mientras que el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos fue otorgado a Damares Alves, una pastora evangélica que opina que las mujeres nacen para ser madres.
La otra mujer es Tereza Cristina Correa, al frente del Ministerio de Agricultura.
En su primer día como presidente, Bolsonaro aprobó un decreto que da facultades al Ministerio de Agricultura para decidir sobre tierras que reclaman los pueblos indígenas.
Esto abrirá la selva tropical del Amazonas y otras áreas ecológicas de Brasil a una mayor explotación comercial, criticaron ambientalistas.
Además, el Ejecutivo sudamericano será responsable de las organizaciones no gubernamentales.
Con aval de EU
Ayer, Bolsonaro se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y le comunicó que su país abandonará el acuerdo sobre migraciones consensuado en las Naciones Unidas.
Brasil ratificó el pacto durante el gobierno de Michel Temer.
“Ambos líderes discutieron las oportunidades para fortalecer la cooperación ante los desafíos bilaterales y regionales, incluida la lucha contra el crimen transnacional y el refuerzo de la gobernanza democrática en la región”, expresó el número dos de la política en la Unión Americana.
En conjunto, condenaron a los gobiernos de izquierda de América Latina.
“En Venezuela, Cuba y Nicaragua, las personas tienen dificultades al expresar sus opiniones”, dijo Pompeo.
Las decisiones de Brasil se alinean con las de Trump.
Excelsior