El futuro ministro de Economía de Jair Bolsonaro, Paulo Guedes, aseguró hoy que realizar una reforma del deficitario sistema de pensiones será una de las prioridades del Gobierno de ultraderecha del próximo presidente. La reforma del sistema de pensiones “es la más importante y la más rápida”, dijo ante reporteros en Río de Janeiro el economista Guedes, cercano a la escuela neoliberal de los llamados “Chicago Boys”.
Guedes, el principal asesor económico de Bolsonaro, evitó sin embargo dar plazos durante sus declaraciones al margen de una reunión con Bolsonaro y otros colaboradores en Río.
La reforma de pensiones es uno de los proyectos que el actual presidente, el conservador Michel Temer, no consiguió impulsar en los últimos dos años. La iniciativa es altamente impopular entre la población.
Guedes es artífice del acercamiento de Bolsonaro a los mercados y de su programa económico neoliberal. El nuevo presidente, un ex militar que ha sido diputado desde 1991 hasta este año, era antes afin a posiciones más nacionalistas y conservadoras en política económica.
La orientación económica concreta del Gobierno que asumirá funciones el 1 de enero plantea todavía incógnitas en Brasil, ya que se estima que el ala militar cercana a Bolsonaro podría ser reacia a una apertura económica muy amplia.
Bolsonaro se reunió hoy con varias colaboradores en Río para empezar a formar su equipo de transición. Según el canal Globo News, el presidente electo baraja ya 15 nombres para sus futuros ministros.
Entre ellos destaca el de Sérgio Moro, el juez de la investigación sobre corrupción política “Lava Jato” (“Lavado de autos”), conocido sobre todo por haber condenado a prisión al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores.
Moro, un juez de primera instancia de Curitiba, en el sur del país, es celebrado en círculos de derecha por la lucha anticorrupción, aunque también es polémico entre seguidores de la izquierda, que lo acusan de actuar en su tribunal con motivaciones políticas.
El ultraderechista Bolsonaro fue elegido presidente el domingo en medio de una grave crisis de la clase política, desprestigiada por los escándalos de corrupción de los últimos años.
El ex militar de 63 años, polémico por sus elogios a la última dictadura y por sus insultos a mujeres, negros y homosexuales, es visto por muchos brasileños como una amenaza para la democracia en la primera economía latinoamericana.
Fuente: jornada.com
