Frustran atentado zeta en Cancún; capturan a cinco

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A unas horas de la ceremonia del Grito en Cancún, Quintana Roo, agentes de la Judicial detuvieron a cinco presuntos zetas con armas largas y granadas que preparaban un ataque durante el acto, para distraer a la policía mientras otros liberarían a narcotraficantes en la cárcel local, informó el subprocurador Rodolfo García Pliego.

El vocero del ayuntamiento, Luciano Núñez, aseguró que ni el Grito ni el desfile cívico militar del Bicentenario serán suspendidos; el presidente municipal, Jaime Hernández Zaragoza, encabezará los festejos patrios, indicó.

Los implicados, cuyos nombres son mantenidos en reserva, fueron detenidos durante un operativo de rutina por el grupo Fuerza de Reacción Inmediata de la Judicial en la avenida 20 de Noviembre, que detectó una camioneta Durango utilizada en la ejecución del inspector municipal Pablo de los Santos Osorio, el pasado 23 de agosto.

Además, el vehículo había sido reportado como sospechoso por vecinos del fraccionamiento El Bosque; al registrarla, los agentes comprobaron que sus tripulantes, tres hombres y una mujer, estaban armados, por lo que fueron detenidos y llevados a la Procuraduría de Justicia del estado.

La captura se reportó a las 5 de la mañana y fue comunicada a la delegación de la Procuraduría General de la República y al Ejército; tras las primeras pesquisas fueron detenidos otros dos zetas, de los llamados Halcones, que vigilaban una casa de seguridad en el fraccionamiento El Bosque, la cual fue asegurada.

En conferencia de prensa, el subprocurador García Pliego informó que en la casa la policía encontró un arsenal: fusiles de asalto AR-15, AK-47, pistolas nueve milímetros y tres granadas, así como municiones e información sobre los delincuentes que iban a ser liberados.

La investigación, a la que se incorporaron oficiales de Inteligencia Militar y la Procuraduría General de la República, se desarrolla herméticamente. Tras la información de García Pliego el control fue asumido por agentes federales que recogieron las armas.

Uno de los detenidos confesó que se dirigían al palacio municipal de Cancún para establecer la logística de un ataque que preparaban en la plaza principal en la ceremonia del Grito, para distraer a la policía mientras otro grupo asaltaba la cárcel local para liberar a un grupo
de narcotraficantes.

Los investigadores federales no permitieron tomar fotografías a los capturados ni proporcionaron mayor información; “el operativo aún está en proceso, los detenidos serán presentados cuando sean consignados a un agente del Ministerio Público”, explicaron.

El subprocurador García Pliego dijo que se espera hacer otras aprehensiones los próximos días.

Por la noche se informó que los cinco detenidos serán entregados a la delegación local de la PGR, que los llevará a la Ciudad de México para profundizar en la investigación.

La policía verificó que la camioneta Durango fue utilizada el 25 de agosto para ejecutar al inspector municipal Pablo de los Santos Osorio, como represalia por extorsionar al dueño del bar El Castillo del Mar y a vendedores de narcotienditas, quienes pagaban protección a Los Zetas.

El asesinato fue perpetrado en la región 227, atrás de un supermercado de la zona conocida como Rancho Viejo, cerca de la casa de seguridad asegurada ayer, señalaron agentes
de la Judicial que participan en
la investigación.

Pablo de los Santos Osorio fue ejecutado a bordo de su propio auto desde la camioneta Durango, desde la cual le dispararon con fusiles AR-15; la policía encontró 19 casquillos percutidos.

El 30 de agosto la policía detuvo a una banda integrada por cinco jóvenes de 20 años en promedio que atacaron el mencionado bar, encabezados por Alan Cortés Canto, de 21 años, quien sufrió quemaduras en brazos y piernas cuando una botella de vodka robada le estalló al tropezar durante la fuga; ocho jóvenes, seis mujeres y dos hombres murieron en
el incendio.

Junto con Alan fueron detenidos: Miguel Hidalgo Polanco, de 21 años; Jonathan David Sosa Caldero, de 18; Javier Méndez López, de 20 y Eleazar García Rodríguez, también de 20 años.

En sus declaraciones se dijeron culpables y explicaron que fueron contratados por Carlos Barragán Figueroa, El Memín, y otros apodados El Paletas y El Semental, quienes les ofrecieron dos mil pesos por arrojar bombas molotov para quemar el bar, y aceptaron porque además les ofrecieron nuevos trabajos y necesitaban el dinero para comprar cervezas y droga.

Reos sometidos

Presos sentenciados por homicidio intentaron fugarse de un penal chiapaneco tomando como rehenes a empleados de una empresa de gas, aunque finalmente fueron sometidos y se restableció el orden dentro de la penitenciaría.

Funcionarios de la policía chiapaneca informaron que cuatro internos del Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados número 5, ubicado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, intentaron escaparse.

Los reos (quienes purgan penas por homicidio en diferentes modalidades) aprovecharon la presencia de trabajadores, quienes acudieron al penal para abastecer el combustible, y fueron tomados como rehenes.

Incluso, para presionar a las autoridades penitenciarias amenazaron con hacer estallar el carro-tanque, no obstante, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana lograron controlar la situación, impidiendo que las advertencias se cumplieran.

Luego de aproximadamente 60 minutos de tensión, los implicados fueron sometidos por las autoridades estatales, liberando, sanos y salvos, a los repartidores de gas.

Los internos fueron identificados como Luis Alberto Ramírez López, Javier Domínguez Pérez, Andrés Díaz López y Juan Manuel Ontiveros Irive.

La policía estatal informó que ya se investigan los hechos y en las próximas horas podrán dar los pormenores del caso.

Milenio