Ante el triunfo de Manuel Andrés López Obrador, el gobernador de Oaxaca coincidió con éste que es tiempo de unidad y de reconciliación nacional.
Alejandro Murat debe dejar a un lado los despojos del PRI e impulsar un Frente Amplio Popular que impulse un nuevo Pacto Social en Oaxaca.
Con grandes sorpresas, terminaron las elecciones preñadas de resentimiento, odio e insaciable sed de venganza de ex priistas contra el PRI-gobierno que en el pasado les enriqueció a manos llenas. Los partidos enemigos, no opositores del PRI, siempre ganan con ex priistas. Kramer vs. Kramer
La violencia agraria, lamentablemente, cobró dos muertes más y tres heridos en Santiago Amoltepec, Sola de Vega, y un feminicidio más en Juchitán, convertido en tierra de nadie por COCEI-Morena. Arreció, de última hora, la guerra sucia entre aspirantes al Senado y a la alcaldía.
Obsesivamente anhelada por la izquierda populista, finalmente llegó al país la tercera ola de la alternancia antidemocrática. El correr de los días, meses y años, dolorosamente lo confirmará.
A la soberbia del protagonismo triunfalista de Manuel Andrés López Obrador al que todo mundo se monta, es vital -es decir, cuestión de vida o muerte política-, enfrentar el optimismo realista.
Trepadores como los dirigentes de las 800 organizaciones sociales radicales, como la Sección XXII de la CNTE, se atribuyen la paternidad del triunfo del presidente electo, Manuel Andrés López Obrador.
Hay otros arribistas como el Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, quienes creen llegado el momento de llevar al paredón a sus enemigos político-ideológicos.
El resultado de estas votaciones es histórico, subrayó el ombudsperson; sin embargo, señaló, es necesario reconocer que la campaña electoral fue violenta, en Oaxaca y en varias otras partes del país.
Por ello, solicitó que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) se acerque a las familias de todas las personas fallecidas a lo largo de la nación para reparar en lo posible los daños, toda vez que dicha Comisión tiene la obligación y los presupuestos amplios para realizar esta tarea.
Recalcó que, en el caso excepcional que está viviendo México, el Estado Mexicano debe asumir la tarea de eliminar sus burocracias –especialmente las que lastran la acción de la CEAV– para atender de manera urgente a las víctimas que resultaron de este complejo proceso electoral.
Peimbert Calvo enfatizó la obligación pendiente que tiene el Estado Mexicano de abrir una puerta a la justicia que están esperando tantos casos pendientes en nuestro país, como los de Ayotzinapa, Tanhuato, Tlatlaya, Arantepacua y otros, incluyendo la matanza ocurrida cuando fuerzas policiales federales y estatales atacaron la ciudad de Asunción Nochixtlán el 19 de junio de 2016.
Por qué Arturo de Jesús Peimbert Calvo, se olvida mezquinamente de los periodistas asesinados, como María del Sol Cruz Jarquín, y del creciente número de feminicidios en Oaxaca. ¿Acaso estas víctimas no tienen derechos humanos?
Con su genial sabiduría y visión de estadista global Napoleón lo legó a la posteridad: «la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana». Ahora, muchos se acreditan el triunfo de El Peje.
MALO tendrá un buen número de gobernadores y un Congreso de mayoría, con lo que podrá realizar cambios dramáticos en las leyes y reglamentos, sin necesidad de reformar la Constitución.
Tiene, a querer o no, guste o no, al país en sus manos, lo cual preocupa hondamente a quienes no creemos en la viabilidad de su proyecto. ¡Dios salve a México de la dictadura comunista de corte populista!
No obstante la incertidumbre por el triunfo aplastante del candidato presidencial vitalicio de la izquierda radical, sonó la hora ciudadana de exigir que cumpla sus promesas de campaña de combatir la corrupción y garantizar seguridad a los mexicanos.
Para evitar que en México sea impuesta una dictadura comunista de corte populista como en Venezuela que, dicho sea de paso, es un riesgo real, es indispensable la organización ciudadana.
Si se lo propone será difícil, pero no imposible que impulse las once contrarreformas estructurales, sobre todo, educativa y energética, y suspenda la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
Sería sumamente dañino para las presentes y futuras generaciones que echara abajo de manera particular, especialmente, la Reforma Educativa y reintegrara la famosa bilateralidad a la CNTE como, de hecho, se está haciendo ya en Oaxaca.
Con ello resurgirían las prácticas más viciosas y nefastas de la venta y herencia de plazas en el magisterio, manipulados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Pero todavía es mucho más peligroso que cumpla su propuesta de campaña de desmantelar las Fuerzas Armadas y sustituirlas por la Guardia Nacional para obtener el control dictatorial en México, además de sustituir al Congreso de la Unión por la Asamblea Nacional al estilo Venezuela.
En un momento de delirio mesiánico, no es nada descartable que López Obrador pretendiera imponer la Comuna Oaxaca como intentó en 2006 Flavio Sosa Villavicencio como forma de gobierno comunista, lo que no es descabellado ya que ofreció traer a Oaxaca las oficinas centrales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que posiblemente dirija Francisco Martínez Neri.
No es nada exagerado plantear la posibilidad de estos escenarios con apoyo de los países que conforman el Pacto de Sao Paulo al que pertenece el Movimiento de Regeneración Nacional.
No hay que olvidar, como lo hemos escrito reiteradamente que, a través de los Círculos Bolivarianos, primeramente, con el dictador Hugo Chávez y, luego con Nicolás Maduro apoyan la subversión en México.
Es la mayor oportunidad que la vida política brinda al gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
Salvar a Oaxaca exige construir un Frente Amplio Popular, liderado por el joven mandatario estatal.
A dicho movimiento político oaxaqueño debieran incorporarse todos los grupos y corrientes desplazados en todos los partidos al margen de su posición político-ideológica, a fin de sacar adelante a Oaxaca.
La convocatoria al establecimiento de un Nuevo Pacto Social debe incluir a todos los sectores económicos, políticos y sociales. En éste cabemos todos, sin exclusión ni marginación alguna,
Sería, de hecho, un ejercicio democrático altamente positivo a nivel nacional en el que con inteligencia y humildad reconociéramos que todos estamos en la misma barca y si ésta hace agua, nos hundimos todos.
Alejandro Murat cuenta con la suficiente visión y sensibilidad para conseguirlo. Debe dejar los despojos a quienes siguen viendo como botín los restos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). No vale la pena perder tiempo en la disputa por quedarse con el muerto insepulto del PRI.
Por su desmedida ambición, la escandalosa corrupción y estúpida guerra de los grupos por mantener el poder hegemónico, hundieron al PRI en un tercer lugar del que podría no reponerse más.
López ganó las elecciones con un margen que no se veía desde los tiempos del viejo PRI, de Carlos Salinas, cuando era costumbre que el presidente electo recibiera más de 50% de los votos.
El revés fue más grave que lo esperado: los mexicanos ignoraron la compra y coacción del voto que alguna vez sirvieron para mantener la hegemonía priista. Decidieron no perdonar nunca más al PRI.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa reconoció el avasallador triunfo del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador.
A través de su cuenta de twitter, al conocerse la tendencia favorable irreversible a favor de López Obrador el gobernador del estado indicó que ante este inminente triunfo, es tiempo de unidad y de reconciliación nacional.
@efektoaguila