“La política como la educación es un proceso largo y difícil. No se consigue nada con decretos. Es necesario proceder con paciencia y tino”. Lenin
En “El espíritu de las leyes”, Montesquieu, redactó el apartado II titulado, “El asalto contra el absolutismo”, en el que hizo el siguiente análisis:
Para los griegos que vivían en el gobierno popular, comentó el escritor, no existía otra fuerza más que la virtud para sostenerlo. Pero cuando esa virtud termina, la ambición y la avaricia entra en todos. Los buenos propósitos cambian de objetivo, “lo que se amaba ya no se ama; se era libre con las leyes, hoy se quiere ser libre contra ellas; cada ciudadano es como un esclavo escapado de la casa de su amo; lo que era regla ahora se le llama molestia; lo que era cuidado se le llama temor. “Antes, el bien de los particulares constituía el tesoro público; ahora el tesoro público se convirtió en patrimonio de los particulares; la frugalidad se transformo en avaricia; la República se volvió un despojo; su fuerza “no es ya más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos”.
Previno Montesquieu lo que puede ocurrir cuando estando sobre la cima del poder se pierde el norte de la brújula y se cambia de rumbos que, en ocasiones, son equivocados.
Lo anterior viene al caso, porque en año y medio de la administración actual, la República parece naufragar al no coincidir los cambios que se operan a los propósitos de inicio. Las promesas hechas en campaña quedaron atrás.
Recordemos fechas para demostrarlo: 24 de septiembre del 2019, el presidente expresó que su Plan de gobierno coincide con la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En aquella ocasión, AMLO garantizó promover una vida saludable y el bienestar para todos; asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas.
El 30 de abril del mismo año, cuando AMLO presentó el Plan de Desarrollo del gobierno, fijó como meta prioritaria: pasar del 25.6% en energía eléctrica producida mediante fuentes limpias a 35.8%, del 2018 al 2024.
El entonces director general del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), Alfonso Marcos Flores, dijo desde la tribuna del Senado: la meta de energías limpias para el 2024, para mi, es irrealizable. El país, para empezar no tiene recursos económicos para promover esas inversiones. Los planes y programas iniciales incluidos en el PND, a fin de impulsar significativamente el desarrollo de energías limpias, se detuvieron hace unos días al frenarse por decretazo las inversiones privadas nacionales y extranjeras destinadas a generar energías limpias en México.
El viraje de planes y programas cambia, en automático, las reglas destinadas para créditos de energías limpias, “a efecto de que las represas hidroeléctricas envejecidas operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) califiquen, lo cual disminuye el valor de los créditos inicialmente destinados a nuevos parques eólicos y solares”, lo que se interpreta como un nuevo golpe contra las inversiones privadas en energías limpias, eólica y solar, con objeto de impulsar el uso del carbón y la electricidad como lo aconseja Manuel Bartlett, director general de la CFE y Rocío Nahle, secretaria de Energía.
El Diario Oficial de la Federación publicó: “La secretaría a su cargo asume totalmente el control del Sistema Eléctrico Nacional y frena inversiones en energías limpias”.
Por si hubiera dudas, AMLO acusa a la Iniciativa Privada de utilizar como excusa la defensa de las energías renovables para no perder privilegios. “Detrás del reclamo está el negocio”, agregando que debido a la crisis sanitaria, varios proyectos de energías renovables que sumaban 9 mil millones de dólares no continuarán.
Sin embargo, la construcción de la Refinería Dos Bocas, que afectará el medio ambiente del sureste, y económicamente no es viable; alentará el uso de energías altamente contaminantes como son las gasolinas, cuando el consumo de esas energías va de salida, y el uso de energías hidrogenadas para automóviles son utilizadas con más frecuencia en zonas ambientalistas como California, en el Sur de Estados Unidos.
El barco republicano parece estar sin rumbo cuando la salud y las economías mundiales están destrozadas y cuando es necesario un capitán en quien confiar para llegar a buen puerto.
@luis_murat