* A nombre de sus amigas y amigos presentes y ausentes, Raúl Castellanos Hernández reconoció la importancia fundamental en la vida de Rolando Osorio Robles, de quien es su inspiración y esposa desde hace 49 años, Blanca Azucena Villanueva Abraján, y sus hijos Susy y José Rodolfo.
* Uno de los momentos más emotivos del cumpleaños de Rolando fue el mensaje de su nieta Arantza: “Feliz, 70 años, abuelo. Sé que ha sido toda una vida con grandes sorpresas, alegrías, tristezas y lo que admiro de ti, es que has aprendido a vivir con todo ello, con mucha sabiduría”.
Es nuestra profunda convicción humanista que la fortaleza y solidez de la familia consanguínea y afectiva hace grande a la sociedad y consecuentemente a un pueblo, estado y nación.
A lo largo de la historia, la comunidad humana creció, se fortaleció y consolidó mundialmente en torno de la familia nuclear hasta convertirse en la célula básica de la sociedad postmoderna.
Compartir la alegría y felicidad de la familia Osorio-Villanueva por la celebración del cumpleaños número 70 de Rolando por su esposa Blanca Azucena, confirmó la importancia de la familia.
La fortaleza y grandeza de la familia Osorio Villanueva es una lección de vida que puso de manifiesto la trascendencia de los lazos sanguíneos y afectivos, a través de la convivencia social.
Los grupos humanos evolucionaron como organización social y política unida por lazos de parentesco y ascendencia, y por la percepción de ser descendientes de un ancestro común.
No faltó razón a Raúl Castellanos al hablar a nombre de los amigos y destacar la presencia, en ausencia física, de doña Guadalupe Robles Guzmán y don Rodolfo Osorio Zafra, padres de Rolando.
Asimismo, resaltó la existencia de sus hijos Susy y Rodolfo, su nieta Arantza, sus nietos Emilio y Enmanuel, sus hermanos, Virginia, Rodolfo, José Luis y de Chela y César, también ya ausentes.
No hay que olvidar, desde luego, a don José Villanueva (QEPD) y doña Josefina Abraján Iglesias, la gran matriarca, padre y madre, respectivamente, de Theté, Mimí, Blanca Azucena y Patricia Villanueva Abraján.
Raúl reconoció, por supuesto, la importancia fundamental en la vida de Rolando, de quien es su inspiración y esposa desde hace casi medio siglo, 49 años, Blanca Azucena Villanueva Abraján.
Castellanos, amigo y compadre de la familia Osorio-Villanueva, recordó que al lanzar Rolando, una moneda y soñar con un deseo en la fuente de Trevi, pidió que Blanca Azucena sea su musa eterna.
A nombre de sus amigas y amigos presentes y ausentes, ponderó la amistad que nos brinda sin importar tiempo o circunstancias, Raúl aludió a la sabiduría del gran poeta chileno Pablo Neruda:
”Un amigo es alguien que te hace reír, que te hace creer que en el mundo existen cosas buenas, es alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras… esa es una amistad eterna”.
Entre otros amigos asistieron los generales José Guillermo Murillo Soberanis y Alfonso Patiño Cruz y los ex secretarios de Obras Públicas del Gobierno de Oaxaca Jesús Ángel Díaz Ortega, Jaime Larrazabal Bretón y Eviel Pérez Magaña.
Invocando a Benedetti convocó a Rolando “no te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, retirar los escombros y alcanzar el cielo”.
Y el quinto Beatle oaxaqueño concluyó citando a John Lennon, te invito a ser un soñador. “El amor es la respuesta y tú de seguro la sabes, el amor es una flor que debes dejar crecer.”
Raúl ha hecho de la melodía Imagine su himno de vida: “Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero que algún día te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno”.
Castellanos Hernández agradeció la distinción y el honor de dirigirse a familiares y amigos del festejado, y anunció la dedicatoria de un singular mensaje de Arantza a su abuelo Rolando:
“Abuelo, quiero que tengas un muy feliz cumpleaños, recuerda que te quiero mucho, y eres una persona muy importante para mí aunque a veces no lo demuestre”.
Feliz 70 años, que aunque no parecieran muchos años, sé que ha sido toda una vida con grandes sorpresas, alegrías, tristezas y lo que admiro de ti, es que has aprendido a vivir con todo ello, con mucha sabiduría, y no sé si alguna vez tuviste algún tropiezo, pero como he escuchado por ahí “de los errores se aprende para seguir adelante”, yo por eso, quiero seguir aprendiendo mucho de ti para bolar muy alto”.
Por eso, abuelo, hoy quiero que sepas que eres una de mí personas favoritas, que te amo mucho y que te agradezco por cuidarme y siempre sacarme una sonrisa, cada desayuno, cada comida, cada cena, cada momento en especial a tu lado y son recuerdos que se quedan en mi corazón sin nada más que decir. Te amo abuelo”.
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