Personal de campo del programa vectores de la Jurisdicción Sanitaria número 2 Istmo, participó en la jornada de capacitación a cargo de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), para unificar conceptos y reforzar acciones que permitan un control, detección y tratamiento oportuno de la enfermedad de Chagas.
Este padecimiento también llamado tripanosomiasis americana, es potencialmente mortal causado por el parásito Trypanosoma cruzi (T. cruzi), el cual ingresa en el cuerpo humano cuando la persona se rasca la picadura instintivamente e introduce las heces del insecto infectado a la propia herida, por lo general tarda varios años en presentar síntomas, lo que complica su detección oportuna.
También pueden introducirse a través de las mucosas de los ojos o la boca, además de transmitirse por transfusión de sangre de una persona infectada, por trasplante de órganos, así como de la madre al futuro bebé durante el embarazo y en alimentos contaminados por los insectos.
Durante el curso-taller realizado en Santo Domingo Tehuantepec, los SSO enfatizaron que el control de la chinche es el método más eficaz de prevención, por lo que es importante aprender a identificar este insecto con alas de aproximadamente 2.5 a 3 centímetros, color oscuro, que puede presentar un patrón de manchas amarillas, pardas o rojizas.
Explicaron que para este problema de salud pública es fundamental y prioritaria la participación comunitaria, a través de la mejora de las viviendas y su limpieza tanto al interior como al exterior para prevenir la infestación por el vector.
En este sentido, resaltaron la importancia de mantener medidas preventivas personales, como el empleo de mosquiteros, no acumular cosas, ordenar y emplear buenas prácticas higiénicas en la preparación, transporte, almacenamiento y consumo de alimentos.
La dependencia informó que esta enfermedad puede pasar inadvertida, ya que menos de 50 por ciento de las personas picadas por una chinche presentan una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado, en algunos casos fiebre, dolor de cabeza, abdominal o torácico, así como el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultades para respirar, e hinchazón.
La enfermedad de Chagas tiene dos fases, la etapa aguda que dura aproximadamente dos meses después de contraer la infección, en la que en la mayoría de casos no hay síntomas o si se presentan son leves y confusos, a pesar de la gran cantidad de parásitos que circulan en el torrente sanguíneo.
Y la fase crónica, en la cual los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardíaco y digestivo entre 10 y 30 años después, lo que provoca que hasta un tercio de las personas pacientes sufran trastornos cardíacos y que una de cada 10 presentan alteraciones digestivas como el aumento del tamaño del esófago o del colon, neurológicas o mixtas.
Con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita por arritmias o insuficiencia cardíaca progresiva como consecuencia de la destrucción de las inervaciones del músculo.
De esta manera, los SSO realizan capacitaciones para la actualización de conceptos, acciones y estrategias que efectúa de manera constante el personal de vectores, como la prevención, control y diagnóstico adecuado con tratamiento oportuno de los casos confirmados en etapas iniciales.
Además, como parte del plan de interrupción de la transmisión vectorial, el personal lleva a cabo rociado residual intradomiciliar y peridomiciliar para el control de vectores, la promoción de la higiene personal y de la vivienda.
La institución exhorta a la población a acudir a la unidad médica más cercana y solicitar una prueba de detección en caso de haber recibido alguna picadura del parásito Trypanosoma cruzi, presentar síntomas, encontrar el insecto en sus domicilios o capturar al vector.