Finanzas públicas: Isaac Leobardo Sánchez Juárez*

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El pasado fin de semana la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer las cifras correspondientes a las finanzas públicas y deuda pública del estado mexicano hasta el mes de agosto. Lo que destaca es el déficit de 167.1 mil millones de pesos, congruente con la meta establecida por el gobierno federal para este año. Esta cifra da cuenta de una serie de acciones relativamente “exitosas” en materia de estabilidad macroeconómica, las cuales, como he mencionado antes en esta columna, no se complementan con medidas para fomentar el crecimiento, de hecho, la excesiva concentración en la estabilidad deteriora las posibilidades de crecimiento y creación de empleo.

 

A pesar de que varios especialistas no estemos de acuerdo con el principio de estabilidad macroeconómica como guía de política económica, debe reconocerse que éste ha permitido a muchos empresarios mexicanos tener certeza sobre el futuro económico y que algunas familias tengan acceso a crédito para consumo y adquisición de vivienda. La estabilidad macroeconómica nos ha hecho olvidar las permanentes crisis sexenales y ajustes a la baja en el bienestar que se observaban en el pasado. No obstante, no podemos concentrarnos en este objetivo, se deben plantear políticas macroeconómicas de corte contra cíclico que alienten todo nuestro potencial productivo, de especial importancia es la puesta en marcha de una nueva política industrial. Se requiere de estabilidad con crecimiento, empleo y reducción de la pobreza.  

Aclarado lo anterior, regreso con las cifras de las finanzas públicas, de acuerdo con la SHCP los ingresos presupuestarios fueron superiores en 10% respecto a 2011, lo que es una buena nota, ya que habla de una recuperación coyuntural de la economía mexicana y fortaleza en la recaudación, área en la que siempre se han tenido muchos problemas. Los ingresos presupuestarios del sector público en los primeros ocho meses del 2012 fueron 2 billones 313.5 mil millones de pesos. En este mismo orden de ideas, los ingresos de entidades de control presupuestario directo distintas de PEMEX, los petroleros y tributarios no petroleros aumentaron 14.5, 8.5 y 4.5% respectivamente.

El gasto neto del gobierno fue 8.4% superior al de 2011, el gasto programable aumentó 9.3% –El gasto neto presupuestario se refiere a la totalidad de las erogaciones realizadas por el Gobierno Federal y los organismos y empresas de control presupuestario directo, en cumplimiento de sus atribuciones para proveer bienes y servicios públicos a la población, las cuales no incluyen las amortizaciones de la deuda pública. El gasto neto presupuestario puede clasificarse en gasto primario y costo financiero, o en programable y no programable [Fuente: SHCP]. En los primeros ocho meses del 2012 el gasto neto ascendió a 2 billones 486.8 mil millones de pesos. El gasto programable fue de 1 billón 947.6 mil millones de pesos. Al interior de este último sobresalen los recursos que se canalizaron para los sectores de comunicaciones; económico, comercial y laboral; energético y salud. En este momento, debe estar preguntándose ¿y los resultados? La respuesta es positivos en salud por el incremento en la cobertura del Seguro Popular y menos alentadores en materia de empleo, comunicaciones, energía y comercio.

El dinero que la federación transfiere a las entidades federativas y los municipios aumentó en 3.9%. Las participaciones (recursos que se transfieren sin condicionar su uso), aumentaron 1.3%, mientras que las aportaciones (recursos que se transfieren condicionando su uso) lo hicieron en un 5.8%. ¿Se refleja el gasto en mejores municipios y entidades? Al menos en los dos casos que conozco no –Oaxaca y Chihuahua. Por citar un ejemplo, la infraestructura vial en el municipio de Ciudad Juárez, Chihuahua se encuentra sumamente deteriorada y no se ha visto inversión pública en los últimos dos años, ni se verá porque el alcalde local siempre menciona en los medios que hacen falta recursos. La realidad es que hace falta voluntad, eficiencia y existe una corrupción burocrática rampante.

Respecto a la deuda, el saldo de la deuda interna neta del Gobierno Federal al cierre de agosto fue de 3 billones 324.2 mil millones de pesos, monto superior en 212.1 mil millones de pesos al registrado al cierre de diciembre de 2011. El saldo de la deuda externa neta del Gobierno Federal al cierre de agosto es de 65.6 mil millones de dólares, cifra superior en 5.9 mil millones de dólares a la observada al cierre de 2011. El saldo total de deuda interna es de 3 billones 490.3 mil millones de pesos y el de la deuda externa es de 121.5 mil millones de dólares. Actualmente la deuda neta del sector público representa un 33% del PIB, nivel todavía bajo si se le compara con las naciones europeas que hoy en día se encuentran en situación crítica.

Lo relevante de la reforma laboral…

La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la reforma laboral presentada por el Presidente, aún falta ver que opina la Cámara de Senadores. El consenso a la fecha es que la reforma permitirá que haya mayor empleo, pero no mejores condiciones laborales y salariales. De acuerdo con la opinión de Francisco Muciño del diario El Financiero, los cambios a la Ley Federal del Trabajo tienen puntos buenos, malos y feos. En su opinión lo bueno es que habrá una mayor oferta laboral formal, pues la reforma contempla los esquemas de contratación por temporadas, por hora y a prueba. Además, se estipula la regulación del outsourcing, por lo que las empresas que den trabajo bajo esta modalidad deberán cumplir con las obligaciones de seguridad social. Lo malo son las adecuaciones numerosas o poco claras que hicieron los diputados en el tema del outsourcing, que pueden desincentivar la contratación por este esquema, los ingresos menores que se percibirían en caso de ser contratado por horas y el pago de sólo 12 meses de salarios caídos, en caso de que un juicio por despido injustificado se prolongue. Lo feo es que los cambios en la ley no hacen referencia a incrementos en los salarios o modificación del sistema de salarios mínimos. A la fecha, la existencia de salarios mínimos provoca excesos de oferta laboral que presionan a la baja los salarios en el mercado, aunque el marco regulatorio indique su incremento. De aquí una explicación a la precarización laboral; no es posible, por decreto, incrementar los salarios, se tiene que inventar una forma de subirlos entendiendo los incentivos que tienen los empresarios y trabajadores.

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* Profesor en economía de la UACJ, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)