Felipe Calderón firmó ayer el decreto de promulgación de la reforma constitucional en materia de derechos humanos.
Acompañado del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva; del presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, y del titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, Calderón aseguró que la nueva norma garantiza la protección de los derechos humanos en México.
“Vencer la impunidad, someter a la criminalidad, hacer de México un país de leyes, y ello, no sólo no sacrificando, sino aún ampliando los derechos humanos y las garantías de quienes están en el territorio, es un enorme desafío, pero que hemos asumido con puntualidad”, expresó Calderón.
El ajuste a 11 artículos de la Constitución es el cambio más relevante en este terreno, señaló el jefe del Ejecutivo, porque además de tener demandas justas, amplía la cobertura y pone en el centro a la persona, aunque recordó que quedan pendientes cambios a las leyes secundarias que se ajusten a la nueva realidad constitucional.
“Se establece un catálogo de derechos que no podrán restringirse ni suspenderse en ningún caso; entre otros, los derechos a la vida, a la integridad personal, los derechos de la niñez y el principio de legalidad y no retroactividad”, puntualizó.
Las reformas de ley aprobadas en el Congreso de la Unión obligan a la reparación del daño y a que las autoridades indaguen violaciones a las garantías individuales.
Fortalecimiento
Plascencia dijo que ahora se podrá citar a comparecer a la autoridad que incumpla una recomendación de las comisiones de derechos humanos.
Además, quita a la Corte la facultad de investigar las violaciones graves a los derechos humanos, responsabilidad que ahora recaerá en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Beltrones resaltó que con la reforma se fortalece el régimen constitucional de derechos y garantías ante los riesgos que el Estado enfrenta en la lucha contra el crimen transnacional, y reconoció la voluntad de Calderón y legisladores para sacar adelante la modificación.
“En concordancia con el régimen internacional de derechos humanos, también establecimos un piso de derechos y garantías que nunca podrán suspenderse, aun en el caso de una declaración de excepción por motivos tales como una perturbación grave de la paz pública o una amenaza inminente o grave a la sociedad”, dijo Beltrones.
Además, el ministro presidente de la SCJN, Juan Silva, recordó que la reforma prevé que todo decreto emitido por el Presidente de la República en materia de suspensión de garantías tendrá que ser revisado por la Corte y aprobado por el Congreso.
“Nada podrá estar por encima de los derechos humanos”, expresó el ministro presidente.
Además se elevan a rango constitucional los derechos humanos protegidos por los tratados internacionales ratificados por México, se permitirá a los organismos de derechos humanos conocer sobre asuntos laborales, se abren espacios para el asilo político y el refugio humanitario en el país, y se fortalece el respeto a garantías de los migrantes.
Establece la facultad de la CNDH para ejercer acciones de inconstitucionalidad contra leyes federales y locales que considere vulneren los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, recordó Calderón.
El Universal
