Las inmediaciones del Capitolio se vieron ayer sorprendidas por una marea de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de la policía que llegaron para caer sobre Amine el-Khalifi, un fallido terrorista que planeaba un atentado suicida con un chaleco falso de explosivos que le suministró un agente encubierto del FBI.
Khalifi, un inmigrante indocumentado de origen marroquí, fue detenido cuando se encontraba cerca del Congreso portando una pistola y un chaleco de explosivos falsos que le fueron suministrados por un agente encubierto del FBI que se hizo pasar por integrante de la organización terrorista Al-Qaeda.
“La detención de Amine el-Khalifi fue producto de una larga y extensa operación durante la cual fue continuamente monitoreado”, aseguró la policía encargada de resguardar la seguridad del Capitolio.
Desde los cuarteles de FBI, la oficina de relación con los medios confirmó la detención y aseguró que este operativo ha sido producto de varios meses de pesquisas.
El fallido terrorista llegó hace varios años en compañía de un familiar y se convirtió en objetivo de los servicios de inteligencia desde hace más de un año.
El detenido fue interceptado en un estacionamiento del Departamento del Trabajo, muy próximo a las instalaciones del Capitolio, cuando se disponía avanzar para hacer detonar el supuesto chaleco con explosivos. “En ningún momento la población o los miembros del Congreso estuvieron en peligro”, aseguró la policía del Capitolio, que mantuvo una estrecha vigilancia del sospechoso hasta su detención.
En octubre pasado, Estados Unidos frustró —en colaboración con las autoridades de México—, una conspiración para asesinar al embajador de Arabia Saudita, Adel A. Al-Jubeir y realizar atentados contra la embajada saudita y la de Israel en esta capital, en un plan que habría sido alentado por agentes encubiertos al servicio de Irán en colaboración con un informante de la DEA que se hizo pasar por un miembro del cartel de Los Zetas.
El operativo, bautizado bajo el nombre clave de “Chevrolet”, fue un plan fraguado desde el mes de mayo del 2011 por un ciudadano estadounidense de origen iraní, Manssor Arbabsiar, y por Gholam Shakuri, un agente integrante de las Qods, la sección dentro de la Guardia Nacional Revolucionaria iraní encargada de las operaciones en el extranjero. Sólo el año pasado, las agencias federales arrestaron a poco más de 20 personas en Estados Unidos acusadas de intentar actos de terrorismo, según información del Comité de Inteligencia del Senado.
Agencias