El senador de la República, Benjamín Robles Montoya, aseguró que la recién aprobada Reforma Constitucional en materia de disciplina financiera de estados y municipios se vio debilitada toda vez que no alcanzó la contundencia que se fijó en un principio.
Ante esta situación lanzó las siguientes reflexiones:
“Consideramos como intransitable el hecho de que la Comisión Bicamaral no tenga dientes, que su función sea meramente declarativa, lo que atenta contra el espíritu original de lo que aquí se busca; y lo único que vemos es que la reforma está hecha de tal manera que no constituya impedimento alguno para que lo aprobado transite a las Legislaturas de los Estados”.
La adición del numeral 4° a la fracción VIII del artículo 73 de la Carta Magna facultaba al Congreso de la Unión para sancionar, o en su caso objetar, mediante una Comisión Bicamaral, con la finalidad de fortalecer las finanzas públicas de los estados.
En su última sesión del periodo ordinario de sesiones, el Pleno del Senado aprobó con 85 votos a favor y 13 en contra, reformas a la Constitución en materia de disciplina financiera de estados y municipios, las cuales contemplan la intervención del Congreso ante casos de entidades con un elevado endeudamiento a través de una Comisión Bicamaral.
No obstante, las cámaras de Diputados y Senadores solo podrán hacer observaciones con la única atribución de analizar la situación de las entidades que tengan una posición elevada de endeudamiento y requieran la garantía federal para contratar empréstitos.
También se incluirá un Sistema de Alertas y la vigilancia de la Secretaría de Hacienda cuando la Federación respalde el empréstito; de igual manera prohibirá a los gobiernos estatales y municipales contratar deuda a tasas caras o destinarla a gasto corriente.
Sin embargo el también presidente de la Comisión Sur Sureste manifestó: en mi opinión este esfuerzo, lamentablemente, se ve debilitado, toda vez que no alcanza la contundencia a la que en un principio aspirábamos.
Tras sus cuestionamientos, Robles Montoya añadió que el exponencial crecimiento de la deuda subnacional, aunque muchos recalcitrantemente afirmen lo contrario, es un problema sistémico que claramente atenta contra la estabilidad del pacto federal.
Por ello y como integrante de la Comisión de Fomento Económico consideró que la intervención del Congreso de la Unión en este tema debe ser entendida como un esquema de coparticipación Legislativo-Ejecutivo (estatal y municipal) en materia de endeudamiento, esto es, enfatizó, un procedimiento de necesaria colaboración y corresponsabilidad.
La justificación radica en el afán de evitar la consolidación de un poder u órgano absoluto capaz de producir una distorsión en el sistema de competencias previsto constitucionalmente o, como consecuencia de ello, una afectación al principio democrático.