Gran consternación provocó la noticia del asesinato en Guatemala del filósofo y poeta Facundo Cabral. Quienes tuvimos la oportunidad de escucharlo nos sentimos profundamente dolidos con su muerte, pues Facundo era una de esas personas que aún estando lejos lograba estar siempre cercana a la gente que le admira y que encuentra en sus palabras un ejemplo de vida o una motivación para la reflexión. Fue un hombre prolífico literariamente hablando. Confieso que cada que necesito acordarme quién soy y de dónde vengo, un disco de Cabral es la mejor manera de recordarlo. De ahí que haya decidido ofrecerle un pequeño homenaje a través del humilde espacio que semanalmente se me obsequia. Comienzo con su biografía.
Facundo Cabral nació el 22 de mayo de 1937 en La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Sus padres fueron Sara y Rodolfo los cuales ya tenían dos hijos. Su padre abandonó el hogar dejando a su madre con sus tres hijos, los cuales emigraron hacia Tierra del Fuego, sur de Argentina. Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida, convirtiéndose en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio. Al poco tiempo consigue escapar y según cuenta encontró a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo. Se traslada a Tandil, donde realiza todo tipo de tareas, limpiando veredas o como peón en las cosechas. En 1959 ya tocaba la guitarra y cantaba folklore, siendo sus ídolos Atahualpa Yupanqui y José Larralde, se traslada Mar del Plata, ciudad balnearia a Argentina y solicita trabajo en un hotel, el dueño lo ve con su guitarra y le da la oportunidad de cantar. Así comenzó su carrera dedicada a la música, siendo su primer nombre artístico “El Indio Gasparino”; sus primeras grabaciones eran las llamadas comerciales y no tuvieron mayor repercusión, convirtiéndose luego en Facundo Cabral.
Alberto Cortez, en 1970, graba su pieza “No Soy De Aquí, Ni Soy De Allá” y su nombre es conocido alrededor del mundo, grabado en nueve idiomas por cantantes de la talla de Julio Iglesias, Pedro Vargas y Niel Diamond entre otros. Influenciado en lo espiritual por Jesús y Ghandi, en literatura por Borges y Whitman, su vida toma un rumbo espiritual de observación constante a todo lo que le ocurre a su alrededor, no conformándose siempre con lo que ve y su carrera como cantautor toma el rumbo de la crítica, incomodando a muchos.
En 1976 enmarcado como cantautor de protesta, debe dejar Argentina y se exila en México, donde continúa componiendo y peregrinando, nómada incansable, lleva su pensamiento y su arte al rededor del mundo. (Se estima que ha recorrido 159 países, volviendo a muchos de ellos). En 1984 regresa a Argentina con su nombre consagrado, donde ofrece un recital en el “Luna Park”, espacio reservado para los grandes, siguiendo Mar del Plata, donde cada noche cantaba para seis mil personas.
En su acervo discográfico, (no completo aún) hay varios grabados en vivo como: “Cabralgando” , “Pateando Tachos” , “El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací” , “Ferrocabral” y “Lo Cortés no quita lo Cabral entre otros. En 1996 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz.
Ahora comparto una de sus reflexiones: De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido. Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor.
Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el Nuevo día. Vive de instante en instante, porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿Cómo no gozar y respetar este momento? Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿Por qué te preocupas tanto?
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, ¡Pero no digas NO PUEDO ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!
Si quieres recuperar la salud, ABANDONA la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades. PERDONA a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta. Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el VENCEDOR cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
NO TE QUEJES, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.
Gracias Facundo; has dejado huella en nosotros en tu andar.