La Policía italiana retiró por la fuerza a varios migrantes africanos que acamparon durante días en la frontera con Francia.
Los migrantes se aferraron a los postes del lugar para que no los subieran a autobuses y luego los expulsaran del paso fronterizo de Ventimiglia.
Otros indocumentados, quienes estaban entre las rocas a las orillas del mar, no fueron retenidos.
La mayoría era procedente de Sudán y Eritrea, y lleva cinco días acampando después de que la Policía fronteriza de Francia les negara la entrada.
El Ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, informó haber aumentado el control de sus fronteras debido al arribo de migrantes.
Italia, el país más implicado a la hora de rescatar migrantes en el mar y proporcionarles ayuda, exige que otros países europeos acepten a los recién llegados y les permitan solicitar asilo en otros países.
Según las normas comunitarias, los futuros refugiados que llegan a Italia desde Libia deben ser identificados y solicitar asilo en ese país, pues es la primera nación de la Unión Europea que pisan.
Pero muchos migrantes prefieren cruzar Italia sin registrarse oficialmente para poder viajar más al norte, con el objetivo de tener mejores oportunidades laborales mientras se procesan sus demandas de asilo.
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