La Expropiación Petrolera de 1938 ejecutada por el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas, honró al país porque interpretó las exigencias del pueblo; en cambio, la Reforma Energética, ha fracasado porque no responde a los intereses de la ciudadanía, sentenció el senador oaxaqueño Benjamín Robles Montoya.
Ante el pleno del Senado de la República, lamentó que la gesta del general para el Gobierno Federal ahora solo signifique un día festivo.
“Cárdenas sabía que el país era rico en recursos energéticos y por eso se aseguró de protegerlos y de garantizar su propiedad para la nación; Cárdenas sabía que eran muchas las tentaciones de apropiárselos, pero lo más grave, que eran muchas las familias que serían condenadas a la pobreza, si alguna vez esos recursos iban a parar a cuentas privadas y extranjeras”, expresó.
Benjamín Robles afirmó que el expresidente fue un lector mexicano bien equipado de sensibilidad social y que supo interpretar las palabras y las expresiones de su gente para resolver el misterio de México.
Y por eso, destacó que Cárdenas se aseguró de pensar primero en la realidad de esas familias, en cuántos mexicanos iban a tener alimentos y educación, antes de satisfacer intereses financieros.
Ante estas incuestionables virtudes de Lázaro Cárdenas, consideró como inevitable hablar del presente mexicano; un tiempo, dijo, que ofrece su propio misterio y que requiere de ciudadanos y líderes dispuestos a interpretar lo que reclama la nación, a escuchar lo que pide y necesita la gente, a quitarse la venda partidista de los ojos y ver la realidad tal como es.
“Ha llegado el momento, por ejemplo, de aceptar que la Reforma Energética ha fracasado; que no se puede ganar despojando, que no se puede convencer mintiendo. La misma suerte corren las otras Reformas federales, que no podían resultar bien, porque no responden a los intereses del país sino a ocurrencias o a otras intenciones privadas o de grupo”, enfatizó el congresista.
Benjamín Robles reiteró que ha llegado el momento de abrir las puertas a la honestidad y a la transparencia; de derribar los muros de la opacidad y la corrupción; señalar con todo pundonor los atisbos de censura y de ofensa a la libertad de expresión.
“Que hoy sea el día en que le expropiemos el sueño de México a los poderosos de siempre y se lo entreguemos a los ciudadanos”, puntualizó el parlamentario.