El arancel adicional de 25 por ciento a las importaciones de vehículos y autopartes propuesto por EU afectaría al sector automotriz y empleos en México.
México es el principal proveedor de EU en autopartes con 53.1 miles de millones de dólares.
La industria automotriz mundial podría verse afectada si Estados Unidos cumple su amenaza de imponer un nuevo impuesto de 25 por ciento sobre automóviles ligeros y sus partes; México sería de los más impactados por su importancia en el sector.
De acuerdo con un análisis elaborado por el economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano, con un arancel del 25 por ciento la producción nacional de autos podría caer de 740 mil unidades a un total de 3 millones de unidades aproximadamente, lo que significaría una reducción de la demanda del 20 por ciento. No obstante, el impacto iría más allá, pues habría efectos secundarios para la cadena productiva que surte a la industria automotriz y el empleo asociado.
Al cierre de 2017, la producción de autos ligeros fue 3.8 millones de unidades, de las cuales 3.1 millones fueron al mercado internacional y sólo 670 mil al mercado interno.
En el caso de las autopartes, el análisis advierte que la cadena de suministro quedaría completamente rota con escasez de suministros en Estados Unidos, pues en autopartes, México es el principal proveedor con 53.1 miles de millones de dólares, equivalentes a 37 por ciento del total importado por Estados Unidos en ese rubro.
Los aranceles también anularían las importaciones de vehículos pequeños como subcompactos y compactos que se producen en el extranjero.
“La mayoría de las firmas se han especializado en producir en EU, SUV y camiones ligeros más rentables y populares. De este modo, los vehículos pequeños difícilmente se podrán producir en Estados Unidos, y por lo consiguiente generar empleo”, señaló Serrano.
El Departamento de Comercio estadounidense inició a finales de mayo de este año una investigación sobre el efecto de las importaciones de automóviles en la seguridad nacional de Estados Unidos, que de ser afirmativa, impondría un arancel de 25 por ciento a las importaciones de vehículos y autopartes.
Fuente: elfinanciero.com