El crecimiento acelerado de las ciudades consideradas Patrimonio Mundial, el deterioro de sus Centros Históricos y la falta de instrumentación de políticas en materia sustentable, fueron los principales temas que se abordaron durante el primer ciclo de conferencias del XII Congreso Mundial de la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial (OCPM) que se realiza en la Ciudad de Oaxaca.
Bajo el tópico, Medio Ambiente: La conservación del medio ambiente y la sustentabilidad del Patrimonio Cultural, expertos evidenciaron las problemáticas y posibles soluciones, las cuales no serán realidad sin la participación efectiva de la sociedad.
En el Teatro Macedonio Alcalá, José Sarukhán Kermez, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en México, resaltó que el proceso de urbanización ha separado a la sociedad del entorno natural.
En este sentido, señaló que las grandes urbanizaciones representan una transformación de la ecología humana, es decir, que han cambiado las relaciones espacio-materiales entre la gente y la naturaleza.
“El único contacto de las personas con la naturaleza, es el estatus del supermercado y desconocen el proceso productivo agrícola y social de lo que están comprando. Para contrarrestar este fenómeno las ciudades deben impulsar el consumo de los alimentos que se cosechan en las poblaciones cercanas y apoyar a los productores; esto permitirá generar redes sociales”, indicó.
Por su parte, Iván Restrepo Fernández, director general en Centro de Ecología y Desarrollo (Cecodes) en México, agregó que aunado a esto, los Centros Históricos de las ciudades coloniales de México han sufrido transformaciones, ya que en el último siglo han registrado cambios notables en sus edificios, en los trazos de sus calles, desarrollo de actividades económicas y grupos sociales que las habitan.
“Algunos factores que han contribuido a esta transformación son, por un lado, el acelerado crecimiento demográfico, las actividades industriales y la migración del campo a las ciudades por la pobreza. Estos corazones citadinos resultaron por un deterioro físico, social y en algunos casos vulnerados de manera irreversible y como componente central de lo ocurrido la especulación con el uso del suelo y los empeños de algunos funcionarios por reemplazar lo viejo con los estilos arquitectónicos en boga”, apuntó.
Dijo que aun con el daño causado, los Centros Históricos siguen siendo el corazón político, social, cultural y económico de las principales ciudades de América Latina y del mundo, por lo que se han aprobado medidas que garantizan su existencia, que facilitan que sigan siendo el eje de desarrollo urbano, habitados y disfrutados por miles de personas.
Ante esta situación, expuso que no solo se debe hacer el rescate físico de los edificios, ni la modernización de otros, sino volver a poblarlos y que sigan siendo el motor social y cultural de las ciudades.
Finalmente, Nuria Sanz Gallego, oficial a cargo de la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) en México remarcó que es necesario instrumentar políticas en materia sustentable para garantizar la sustentabilidad del bien común de las ciudades Patrimonio Mundial.
Cabe destacar que los otros ejes que se tratarán durante el Congreso, están relacionados al ámbito urbano, cultura y sociedad.