En el mundo existen alrededor de 2100 millones de niñas y niños de los cuales, 218 millones de entre 5 y 17 años realizan una actividad laboral; 127 millones realizan trabajos peligrosos o denigrantes y más de 8 millones sufren de esclavitud. En México, las entidades con mayor incidencia de niños y niñas que trabajan en el comercio informal son el Distrito Federal, Veracruz, Campeche, Puebla, Nayarit y Chiapas y con menor incidencia son Baja California Norte, Coahuila y Nuevo León, el resto se encuentra en la media nacional.
Ante este panorama las y los miembros de la Red Mexicana de Ciudades Amigas de la Niñez -de la cual María de los Ángeles Martínez Arnuad, presidenta honoraria del DIF de Oaxaca de Juárez es secretaria técnica- conocieron sobre la explotación laboral de menores de edad con la finalidad de definir líneas de acción.
En el segundo día de actividades de la octava asamblea, las y los representantes de los municipios que conforman la Red recibieron la ponencia Diagnóstico de trabajo infantil y lineamientos de acción impartida por Luis Felipe Cancino Maldonado, director de la asociación civil Consorcio Integral Múltiple de Asesoría, cuya información les permitirá conocer cómo realizar un diagnóstico de trabajo infantil y qué elementos deben tomar en cuenta para su elaboración.
Durante la ponencia, Cancino Maldonado informó sobre las principales amenazas para una infancia plena como el hambre y desnutrición, analfabetismo, ignorancia, explotación sexual o trata de personas, violencia intrafamiliar, discriminación, entre otras y las diferencias entre trabajo infantil y trata laboral, cuya diferencia principal radica en que en la primera, la labor es aceptada o consentida y en el segundo es impuesta u obligada.
“Es importante que conozcan el panorama de esta problemática que afecta a la niñez mexicana y el siguiente paso es atender este y otros graves problemas de la infancia a través de la creación de un consejo consultivo del Sistema DIF Municipal; la creación o fortalecimiento del Comité Municipal para la atención de los derechos de las niñas, niños y adolescentes; la creación de un Centro de Justicia para Atención a Víctimas de Grupos Vulnerables; creación de casas de las niñas y los niños; adecuar el marco legal municipal y la creación de un Mapa Municipal de Riesgos Sociales y Derechos Humanos”.
Expuso que el reto del Sistema DIF en los municipios es convertirse en instancias de alternativas de desarrollo humano y que la marginación no sea pretexto ni motivo para que alguien que tenga el legítimo deseo de superación lo pueda alcanzar y que sea el DIF Municipal que contribuya para transformar su realidad.
Después de la ponencia las y los miembros de la red conocieron las acciones de éxito que ha implementado el DIF Municipal de Orizaba y Monterrey.