Como “electorera”,”lastimosa” y “penosa”, calificaron expertos en seguridad y crimen, la exigencia del presidente Felipe Calderón a Estados Unidos de detener el tráfico de armas al país.
Este jueves el mandatario mexicano, develó en la frontera de Chihuahua y Estados Unidos, un anuncio espectacular hecho con tres toneladas de armas de fuego decomisadas que formaron la leyenda “No more weapons! (¡No más armas!)”.
Para el coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, René Jiménez Ornelas, el espectacular se trata de un mensaje sin impacto real y que muestra a un presidente en apuros en el “ocaso” de su administración.
“De todo lo que ha pasado en el sexenio, nos estamos dando cuenta que este último año realmente se está cayendo el gobierno. Calderón está llegando a hacer cosas lastimosas como éstas.
“Si lo que en verdad quiere es protestar, ¿por qué no ha llevado a cabo una protesta formal en defensa del país y de la soberanía? Él, tiene los canales formales para hacerlo y no con este tipo de actos mediáticos”, señaló.
Para Ornelas, autor del libro “Violencia y seguridad pública: una propuesta institucional”, estas medidas distan mucho de resolver el problema del tráfico de armas y, en cambio, puede tensar las relaciones entre ambos países.
Por separado, Elena Azaola, académica emérita y miembro del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, criticó que Calderón parezca más un activista en campaña electoral que el jefe del Ejecutivo.
“Estoy de acuerdo en que hay que tomar medidas en contra de las armas, pero un presidente debe disponer de otras herramientas y de otros modos de empujar una medida como esta para que sea más inteligente, más propositiva. Parece más de una medida para llamar la atención”, comentó.
Su imagen, afirmó Azaola, parece la de un político en campaña que no quiere reconocer el fracaso de sus políticas y que es capaz de hacer una medida “tan superficial y tan vana” en vista de los resultados de la guerra contra el narcotráfico.
“Este acto vacío, sin contenido, puede ser sintomático de lo que nos espera hasta el último día de su presidencia: que parezca el último día de una campaña”, afirmó la investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social.
El experto en Ciencias Penales y Criminalística, Pedro Peñaloza, coincidió con que se trata de un presidente en actividad electoral.
“Es una campaña penosa para atraer votos. El presidente puede hacer este tipo de anuncios mediáticos en el país, pero incapaz de alzarle la voz al inquilino de la Casa Blanca. Eso es un doble discurso con matiz electoral”, aseveró.
Peñaloza criticó que el titular del Ejecutivo haya preferido la espectacularidad de un acto sin fondo en el final de su administración, en lugar de políticas públicas reales que impidieran operaciones como el operativo Rápido y Furioso desde el inicio del sexenio.
“Está nervioso el presidente por lo que prevé pueda ser el futuro electoral de su partido, ¿por qué hasta ahora? Bueno, es año electoral”, comentó.
Acompañado por el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, y de la procuradora General de la República, Marisela Morales, entre otros miembros del gabinete, Calderón inauguró este jueves el anuncio, cuyas letras están hechas con tres toneladas de armas decomisadas en el Puente Internacional Córdova-Américas, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, a 100 metros del territorio de Estados Unidos.
ADN Político