Con estambres, hilos, telas, ladrillos, papel y rafia, Mari José de la Macorra, escultora e integrante del Sistema Nacional de Creadores del CONACULTA imparte el taller de “Sensibilización al Espacio de la Escultura” en el Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo.
En el marco del festival Mayo en Oaxaca. ¡Una Fiesta para Todos¡ que promueve actividades y realiza intercambios académicos entre creadores y estudiantes, la artista admitió “Reté a los alumnos a explorar el espacio, que conocieran cuál es su percepción de éste y nuestra relación corporal con él”.
“Trabajamos con piezas que no podrán llevarse a sus casas. Quise que los estudiantes tuvieran la percepción de su entorno, porque aunque sean escultores de piezas tradicionales, deben saber qué pasa cuando instalan una escultura en cualquier espacio”.
La instructora refirió que hay muchas maneras de hacer escultura y a pesar que mucha gente dice que está en extinción, no es así, está presente, sobre todo en las ciudades cosmopolitas donde la escultura está regresando al espacio físico, a la pared, al piso, sin ser totalmente decorativa, como lo era antes.
Egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, De la Macorra, especialista en esculturas espaciales, reconoció en los alumnos participantes en el taller un gran potencial. “La mayoría son como esponjas, abiertos a la experimentación”…“He dado talleres en otros lugares, pero estos jóvenes son inquietos, disciplinados y aunque no son artistas todavía, tienen una mente abierta”.
Por su parte, los estudiantes del taller, que se impartió del 2 al 7 de mayo, tomaron las diversas áreas del Taller Rufino Tamayo, desde los pisos, los muros, hasta los techos donde colocaron piezas que fueron fluyendo de su imaginación realizadas con hilo, rafia, ladrillos, telas y papel.
Mari José de la Macorra consideró que la escultura en México no puede definirse de una manera generalizada. “En México hay muchos Méxicos, algunos están a la vanguardia y no aceptan esculturas de barro o madera, piden otros materiales, sin embargo, existen otros lugares donde se siguen incorporando las piezas tradicionales”.