En esta ocasión le presento las expectativas que se tienen de crecimiento para el sector industrial entre el 2011 y 2014, le adelanto que se espera que en Oaxaca dicho sector crezca por debajo del 2% promedio anual, con lo que sería una de las entidades de menor dinamismo en este rubro de la actividad económica. Lo anterior es una muy mala noticia, ya que Oaxaca necesita con urgencia tener una estructura industrial boyante, particularmente manufacturera. Por cierto, en 2011 se espera que Oaxaca registre un crecimiento industrial del 3.1%, mientras que el promedio nacional sería de 4.0%.
El sector industrial mexicano depende de las condiciones del mercado interno y externo. Debido a que el interno se encuentra estancado desde hace ya algún tiempo, casi todo el peso cae en el externo. Las empresas industriales están siempre pendientes de lo que ocurre en otros mercados, especialmente el norteamericano. En los últimos meses, las expectativas de crecimiento para Estados Unidos y Europa han ido a la baja, lo que se debe básicamente a los altos niveles de endeudamiento que presentan, las vulnerabilidades financieras y los fracasos de sus políticas de creación de empleo.
Todos los organismos especializados en la realización de pronósticos han reducido la expectativa de crecimiento en los Estados Unidos, así como de su actividad industrial para el 2011, incluso algunos hablan de la probabilidad de que se presente una segunda recesión, lo que implicaría para México una menor demanda externa por manufacturas mexicanas, así como un menor nivel de inversión extranjera directa dirigida al sector productivo.
El gobierno federal planteo que para este año el crecimiento sería superior el 3.5%, pero es probable que sea menor y que en el siguiente año siga la tendencia decreciente, como resultado del bajo crecimiento o escenario recesivo en los Estados Unidos y un agravamiento del problema de endeudamiento en Europa. Además, debe considerarse que existen reformas pro crecimiento que se encuentran desde hace años en la congeladora y lo que es peor, el país se ha vuelto sumamente inseguro para los inversionistas privados y todos los agentes individuales.
Volviendo a lo externo, el mundo está enfrentando una situación totalmente nueva: el elevado endeudamiento de los países ricos, en el pasado los deudores eran en su mayoría los países pobres, ahora los ricos también colaboran con el problema y eso hace que pierdan calidad moral y generen una mayor incertidumbre. En el pasado los países ricos lamentaban el mal manejo de las finanzas públicas por parte de nuestros gobiernos y ahora se revela que ellos también han incurrido en malas prácticas. De acuerdo con el semanario ingles The Economist, el Reino Unido tiene una deuda total de 495% de su PIB, casi cinco veces la producción de un año; Japón 492%; España 370%; Francia 347%; Italia 316%; Alemania 282% y los Estados Unidos 288%. Los altos niveles de endeudamiento de estos países son un claro factor de estrés en la economía mundial y presionan a la baja la producción industrial en México.
De acuerdo con la empresa consultora Aregional, entre el 2011 y el 2014, la actividad industrial crecerá 3.8% promedio anual. Sólo 3 entidades registrarían un crecimiento menor al nacional (menos de 2%): Oaxaca, Nayarit y Campeche. Los estados de Guanajuato, Tlaxcala, Chiapas, Tabasco, Distrito Federal, Hidalgo y San Luis Potosí crecerían entre 2 y 3.9%. Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Tamaulipas, Jalisco, Yucatán, Aguascalientes, Colima, Michoacán, Guerrero, Querétaro y Estado de México entre 5 y 4%. Los estados de mayor crecimiento (superior al 5%) serían: Quintana Roo, Morelos, Veracruz, Puebla, Zacatecas, Nuevo León, Sinaloa y Sonora.
Dentro del sector industrial las manufacturas son la rama más importante y ésta es dependiente de lo que ocurra en los Estados Unidos, dicha situación tiene que modificarse a través del diseño de una nueva política industrial consistente en el fomento a la innovación tecnológica y el encadenamiento productivo. Aunado al fortalecimiento del mercado interno. De continuar la dependencia, la economía mexicana seguirá sometida a frecuentes choques difíciles de controlar que la mantendrán estancada.
Más allá de la dependencia del sector manufacturero mexicano de los Estados Unidos, se encuentran los bajos niveles de inversión privada dirigida a sectores nodales, la débil recuperación de la capacidad instalada y la ausencia de resiliencia, la creciente inseguridad, el aumento en el precio de las principales materias primas, la dificultad para competir sobre la base de mano de obra calificada y la casi nula actividad de fomento a la investigación e innovación.
Todo lo anterior tiene que ser considerado por las entidades federativas para el desarrollo de políticas públicas que enfrenten estos rezagos, notablemente en Oaxaca. ¿Pero será esto posible? Apenas esta semana los diferentes medios de comunicación informaron que las autoridades estatales han realizado un subejercicio por 23 mil 127 millones de pesos del presupuesto federal asignado. El gobierno gasta mal cuando tiene o bien simplemente no gasta como se ha informado recientemente por parte de la Secretaría de Finanzas.
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* Profesor en economía de la UACJ, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)