La mañana de este lunes, un grupo de manifestantes llegó al corazón del Centro Histórico a bordo de un autobús, del cual descendieron frente a Palacio de Gobierno en la capital del Estado, para anunciar el inicio de un plantón. Su exigencia principal es la liberación de quien consideran un preso político, además de denunciar la represión, la violencia y la inseguridad que, según ellos, se han intensificado en la actual administración.
Los manifestantes, integrantes de la Alianza de los Pueblos por la Justicia Social, han señalado que su movimiento no solo se limita a la protesta en Oaxaca, sino que también prevén trasladarse a la Ciudad de México para instalarse en plantón en Palacio Nacional. En sus pancartas, expresan su rechazo a lo que califican como una política de simulación y represión, asegurando que su lucha no es nueva, sino una continuación de décadas de resistencia contra gobiernos que han buscado someter a los pueblos.
En un extenso posicionamiento, los manifestantes recordaron que desde gobiernos anteriores, identificados con políticas neoliberales, han enfrentado persecución, represión, encarcelamientos y asesinatos. “Si en un principio luchábamos por derechos básicos como techo, pan, trabajo, salud y educación, con el tiempo nuestras demandas crecieron. Ahora exigimos el cese de la violencia contra nuestras comunidades y el respeto a nuestra autodeterminación como pueblos originarios”, señalaron.
El grupo destacó que, pese a los intentos de represión de administraciones pasadas, su movimiento ha persistido, fortaleciéndose con la unidad y la organización de las comunidades. Asimismo, hicieron un llamado a los actuales gobernantes, advirtiendo que su resistencia no cesará ante lo que consideran un modelo de gobierno basado en el engaño y la simulación mediática.
