Políticos alemanes exigieron al gobierno del presidente estadunidense Barack Obama una “explicación urgente” sobre las escuchas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) contra el ex canciller federal Gerard Schröder.
“Frente a cada vez más filtraciones acerca de las actividades de espionaje de la NSA contra líderes políticos en Alemania, el gobierno de Estados Unidos debería contribuir de manera más significativa a explicar los hechos”, dijo Rolf Mützenich, portavoz en el parlamento del Partido Socialdemócrata (SPD), socio de gobierno de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel en la Gran Coalición.
“Las relaciones transatlánticas no se pueden fortalecer en la base de una desconfianza en aumento”, añadió Mützenich en declaraciones que aparecieron esta mañana en el Kölner-Stadt-Anzeiger.
Por su parte, Konstantin von Notz, portavoz en el Parlamento del partido opositor de los Verdes, dijo que tras las revelaciones acerca del espionaje contra Merkel y las más recientes contra Schröder, cabe esperarse que hubo muchas más escuchas contra miembros del gobierno alemán.
“Las revelaciones más recientes confirman las que hasta ahora fueron sólo hipótesis: aparentemente no fue espiado sólo el teléfono de Ángela Merkel sino que también los de otros líderes políticos”, dijo.
La necesidad de una aclaración acerca de la intensidad y la duración de estas actividades de espionaje ilegales de acuerdo a la ley alemana requiere “una aclaración urgente”, según el político opositor.
El martes por la noche, una investigación publicada por el diario Süddeutsche Zeitung y la cadena de televisión alemana NDR dio a conocer el contenido de documentos secretos filtrados por el ex empleado de la NSA, Edward Snowden.
En ellos hay pruebas de que Estados Unidos controló las comunicaciones de quien fue el canciller federal socialdemócrata entre 1998 y 2005, a raíz de su negativa para la participación de Alemania en la intervención militar internacional en Irak.
Schröder fue indicado como objetivo explícito de las escuchas bajo el mandato de Georg W. Bush y resultó ser el número 388 en una lista de personalidades de las que se requería un seguimiento.
“Teníamos razones para creer que Schröder no contribuyó al triunfo de la alianza”, dijo una fuente confidencial a los periodistas alemanes.
Cuando el verano pasado se destaparon las escuchas contra la canciller federal Ángela Merkel, Schröder dijo en una entrevista al diario Süddeutsche Zeitung que, “entonces nunca se me había ocurrido que era espiado por los servicios secretos estadunidenses, pero ahora no me sorprendería”.
En Alemania la oposición pide la formación de una comisión de investigación en el Parlamento para analizar a fondo este delicado capítulo, como una forma de dar respuesta a la indignación que hubo también entre los ciudadanos de este país.
Agencias