Ex trabajadora denuncia acoso y despido injustificado en la Universidad Comunal de Oaxaca

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Diana Mendez

Raquel Jiménez López, quien hasta hace poco se desempeñaba en la Coordinación Académica de la Universidad Comunal de Oaxaca (UACO), denunció públicamente haber sido víctima de violencia laboral y de género por parte del Coordinador Académico, Eufemio Felipe Jiménez, así como por integrantes de su equipo y del área de Rectoría.

A través de un documento difundido en redes, Jiménez López compartió su testimonio con el objetivo de dejar constancia institucional de lo ocurrido y evitar que otras personas enfrenten situaciones similares. “No es para desprestigiar a la universidad, sino para que esto no se repita”, señaló.

Según su relato, la violencia inició en marzo de este año, cuando comenzó a ser objeto de hostigamiento, comentarios misóginos, descalificaciones a su trabajo y, en un momento, incluso de un intento de tocamiento. La ex trabajadora indicó que sus agresores justificaban el maltrato alegando que no había cumplido con el “tequio” comunitario requerido para ocupar su cargo, y que fue impuesta por el Rector.
Ante esta situación, presentó una denuncia el 28 de marzo ante el Comité de Mujeres Comunales.

Durante la única reunión virtual que se llevó a cabo, propuso abrir un espacio de diálogo con el Coordinador Académico, implementar talleres de sensibilización y brindar acompañamiento psicológico a los involucrados. Sin embargo, no se le informó qué seguimiento tuvo el caso ni si se aplicó algún protocolo.

Lejos de cesar, las agresiones continuaron. El 23 de mayo presentó un segundo documento en el que documentó nuevos hechos de acoso por parte del Coordinador Académico y de Ana Cristina Camacho Benítez, también integrante de la Coordinación. La respuesta, asegura, fue su despido, argumentando que su denuncia había “politizado” la situación.

Raquel Jiménez concluyó que su caso forma parte de una problemática mayor dentro de la universidad. De acuerdo con su testimonio, la UACO acumula al menos nueve denuncias por violencia de género, lo que evidencia una necesidad urgente de atención institucional y medidas efectivas para erradicar estas prácticas.

“Hasta ese punto se ha llegado: a decir que quien denuncia está destruyendo la historia de la UACO. Por eso es necesario dejar memoria de lo que pasa y aprender de ello”, finalizó.