El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció hoy que para evitar más protesta ciudadana decidió derogar el alza de carburantes.
“Esto quiere decir que todas las medidas quedan sin efecto”, dijo en mensaje por radio y televisión desde el Palacio Quemado, de La Paz.
“Hemos decidido en esa conducta de mandar obedeciendo abrogar el decreto 748 (de alza de combustibles de hasta 83 por ciento) y demás decretos que acompañan. Quiero decir que todas las medidas quedan sin efecto. No hay justificación para subir y todo vuelve a la situación anterior”, anunció.
Morales, flanqueado por el vicepresidente Álvaro García Linera y el canciller David Choquehuanca, informó que el Tesoro General de la Nación ya erogó 1.002 millones de dólares en la importación de gasolina y diesel de Venezuela, Argentina y Perú.
Las importaciones de este año llegaron a unos 666 millones de dólares. “Compramos en el exterior el litro de gasolina al equivalente a 8 bolivianos para vender a 3,74 en Bolivia”, dijo.
Explicó que la intención del decreto 748 era evitar “una sangría de la economía boliviana”.
“El 2006 durante mi juramento como presidente prometí gobernar obedeciendo al pueblo. Durante estos días he escuchado, entendido a mis compañeros que decían que era importante (promulgar el decreto) pero no era oportuno ni el momento. He entendido perfectamente estas recomendaciones y por eso se abroga el decreto 748”, agregó.
El alza de carburantes anunciado el domingo pasado provocó protestas y vandalismo el jueves en El Alto, La Paz y Cochabamba que dejaron el jueves unos 15 policías heridos y 32 civiles detenidos por violencia y vandalismo.
Hasta el edificio de la Vicepresidencia de Estado Plurinacional fue objeto de ataques con la rotura de vidrios. También se registraron desperfectos en varios edificios públicos y privados, además de sedes de organizaciones que respaldan a Evo Morales en las tres ciudades del occidente boliviano.
Asimismo se quemó una bandera de Venezuela a los pies del monumento a Simón Bolívar que está ubicado en el paseo de El Prado en La Paz, y enfurecidos pobladores de El Alto fracasaron en su intento de derribar e incendiar un monumento de Ernesto Che Guevara.
El presidente Morales y su ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, identificaron a sus ex aliados políticos Juan del Granado, Luis Revilla y Abel Mamani, del izquierdista Movimiento Sin Miedo (MSM), como artífices de la protesta callejera en La Paz y El Alto.
El gobierno socialista e indígena de Evo Morales sufrió el jueves la mayor protesta ciudadana en cinco años por el alza de carburantes que ya provocó desabastecimiento de víveres, retiro de ahorros de los bancos, e incremento del precio del pan.
La protesta ciudadana no cedió pese al anuncio del presidente de un aumento salarial del 20 por ciento y otras medidas complementarias a su llamada “nivelación interna de combustibles a precios internacionales”.
EFE