Tras casi cinco años de vida, el polémico proyecto de un Muro virtual que buscaba asegurar la frontera con México y contener el flujo de la inmigración indocumentada fue sepultado por la Secretaria de Seguridad Interna (DHS), Janet Napolitano.
El fracaso del plan –que según los reportes internos de DHS y de la oficina de rendición de cuentas del gobierno (GAO) nunca cumplió con los objetivos marcados y se había convertido en un saco sin fondo presupuestario–, no ha dejado alternativa a la administración Obama que confirmaba su cancelación definitiva durante una sesión informativa ante el comité de seguridad nacional de la Cámara de Representantes.
“DHS seguirá una nueva ruta para asegurar la frontera sur” con México, dijo Napolitano a los integrantes del comité al adelantar así la reconfiguración de los planes que tomarán algunos elementos del proyecto original del muro virtual que nació durante los años de la administración de George W. Bush para perfeccionarlos, ajustarlos a las necesidades de cada sector fronterizo y combinarlos con otras medidas que ya han demostrado su eficacia a la hora de incautar drogas o reducir sustancialmente el paso de inmigrantes indocumentados.
El proyecto, que ya había consumido más de un mil millones de dólares y se había convertido en motivo de constantes disputas entre demócratas y republicanos, se ha convertido hoy en la más palmaria evidencia de la dificultad de sellar la frontera con México:
“El programa SBInet ha sido una decepción grave y costosa desde su creación”, aseguró el representante Bennie Thompson, un legislador demócrata de la Comisión de Seguridad Nacional de la cámara baja, en un comunicado en el que felicitó a Janet Napolitano por la cancelación el proyecto tras un año de audiencias e informes elaborados por DHS y por la GAO en los que se ha recomendado su cancelación tras haber quedado patente “su escasa eficacia y su inviabilidad económica”.
El muro virtual en la frontera con México formaba parte del proyecto denominado SBInet (Secure Border Initiative) una estrategia global de vigilancia fronteriza altamente tecnificada desarrollada tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El Universal