Uno de cada siete estudiantes secundarios de Los Ángeles con un teléfono móvil ha enviado un mensaje o una foto con contenido sexualmente explícito, y tiene más probabilidades de embarcarse en comportamientos sexuales riesgosos, según revela un nuevo estudio.
La investigación, basada en una encuesta realizada en el 2011 y publicada en la revista Pediatrics, halló que los adolescentes de Los Ángeles que habían enviado mensajes subidos de tono tenían siete veces más posibilidades de ser sexualmente activos que aquellos que dijeron que nunca habían mandado mensajes eróticos.
“Lo que de verdad queríamos saber es ¿existe un vínculo entre el ‘sexting’ (envío de SMS con contenido sexual) y asumir riesgos con tu cuerpo? Y la respuesta es un ‘sí’ bastante rotundo”, dijo Eric Rice, investigador de redes sociales de la Universidad de Southern California en Los Ángeles, quien lideró el estudio.
Una investigación con estudiantes secundarios de Houston, en Texas, a principios de este verano boreal, halló que uno de cada cuatro adolescentes había enviado una fotografía de sí mismo desnudo en mensajes de texto o correos electrónicos, y esos jóvenes eran mucho más propensos a mantener sexo de riesgo.
Los hallazgos de Rice están basados en una encuesta realizada a mil 839 estudiantes de Los Ángeles, muchos de los cuales eran latinos. Tres cuartas partes de ellos tenían un teléfono móvil que usaban regularmente.
En una encuesta patrocinada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), algo más del 40 por ciento de los adolescentes con un teléfono móvil dijo que tenía relaciones sexuales, y alrededor de dos tercios usaron preservativo la última vez que las tuvieron.
Rice dijo que la tasa de mensajes con contenido sexual en Houston podría haber sido ligeramente más alta que en Los Ángeles debido a las diferencias demográficas, pero agregó que en general los dos informes son consistentes.
“En algún sitio en el medio hay probablemente una estimación bastante buena de lo que está pasando a nivel nacional”, declaró Jeff Temple, psicólogo e investigador sobre salud de la mujer de la Universidad de Texas.
Su investigación halló que en particular las chicas que habían enviado fotos desnudas eran más propensas a asumir un comportamiento sexual riesgoso, a haber tenido múltiples parejas sexuales recientes o a consumir alcohol y drogas antes del sexo.
“El envío de mensajes de contenido sexual parece ser un reflejo o un indicio de un comportamiento sexual real”, dijo Temple a Reuters Health. “Lo que hacen en sus vidas al estar ‘desconectados’ es lo que hacen en sus vidas cuando están ‘conectados'”, agregó.
Además, existe también la preocupación de que las fotos de los desnudos terminen en internet y de que se acose a los adolescentes, o de que los estudiantes que reciben mensajes de texto sexualmente explícitos pudieran ser acusados de pornografía infantil.
Rice señaló que la cobertura de los medios sobre estas controversias podría ser una buena forma para que los padres o los profesores hablen con los adolescentes.
Agencias