“No habrá modificaciones a la nueva estrategia de canalizar ahora los recursos a través de los padres de familia, para que ellos determinen donde utilicen el dinero”. Andrés Manuel Lopez Obrador
La decisión del Presidente, Lopez Obrador, de cancelar los apoyos directos a las estancias infantiles, ha causado revuelo, enojo e inconformidad de los jefes de familia; de las organizaciones sociales, campesinas y obreras, ya que las estancias infantiles han sido apoyo significativo para acudir a trabajar y estudiar con la seguridad de que sus hijos están protegidos.
Sin embargo, no todas las estancias infantiles conservan el perfil seguro, honesto y adecuado de un inicio, pues, a través del tiempo las responsabilidades se fueron desgastando.
En efecto, otros intereses económicos desviaron planes y programas de varias estancias infantiles, que fueron suficientes para que las autoridades decidieran recortar el subsidio a las instancias infantiles y entregarlo a los familiares responsables.
La radical instrucción presidencial provoco múltiples protestas, primero frente a Palacio Nacional, y luego en el resto del país. Educadoras, trabajadoras de las estancias, madres y padres que les sería imposible acudir a sus actividades laborales y educativas sin el apoyo de las estancias infantiles expresaron su desacuerdo.
Por otro lado, la sugerencia del Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, para que los abuelos cuiden a los menores no pasa de ser eso, una ocurrencia, que no es graciosa, pues los abuelos corren tantos riesgos físicos como los menores. Además, la mayor parte de los familiares no están preparados profesionalmente para el cuidado seguro y educación académica de los infantes.
El cuidado familiar de los infantes no es la opción adecuada, pues siendo una actividad social y académica de alto riego y responsabilidad, corresponde a las autoridades federales y estatales la práctica profesional de dichas actividades de acuerdo con la Ley de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil, promulgada en el 2011.
Esta Ley define como centros de atención infantil a los espacios de modalidad pública, privada o mixta, donde se prestan servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral infantil integral desde los 40 días de nacidos.
Por otro lado, y volviendo a la sugerencia del Secretario de Hacienda, no olvidemos los abusos sexuales e infanticidios que se cometen tanto en México como en el extranjero a manos de padres, abuelos, tíos y demás familiares. Imagínese lo que ocurriría si la ley autoriza el cuidado de los infantes a cualquier familiar o amistad.
Lo que podría suceder sería, que el dinero lo gastarán en otras necesidades o en alcohol, cigarrillos y abusos que podríamos lamentar.
En consecuencia, no dudamos que pueda haber corrupción en varias de las 13 mil 535 guarderías infantiles privadas y públicas equivalentes al 64% y al 36% respectivamente del total de las existentes.
Sin embargo, la alternativa por la que se ha pronunciado el gobierno federal, en el sentido de cancelar el subsidio a las estancias infantiles debe considerarse, analizarse, corregirse para hacerlo más estricto y funcional, a través de auditorías anuales y vigilancia constante de inspectores.
Lo anterior sería lo prudente, a fin de no actuar como aquellos salvajes de la antigua Luisiana, que cuando querían comer fruta, cortaban el árbol desde su base para coger los dulces y frescos frutos.
De manera, que advertir a la nación que no habrá cambio en la cancelación de subsidios a las estancias infantiles, suena más como duro mandato que la habilidad para ejecutar lo pertinente como sería el cuidado adecuado de los infantes.
Pensar que se dictó la orden y eso es suficiente, es como creer que los individuos son criaturas que obedecen a una persona que solo ordena y eso basta.
Es por ello que no se deben soslayar los números duros de Coneval, advirtiendo que la cancelación afectaría a 327 mil 854 niños; que se afectarían a 9 mil 399 guarderías de Bienestar; que el servicio de estancias tiene satisfechos al 94% de los usuarios; y que en los últimos 10 años el programa ha beneficiado a 1 millón 825 mil 394 padres de familia y atendido a 2 millones 174 mil 415 menores de edad.
@luis_murat
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