El camino para llegar a la casa de la Familia Chávez se hace divertido sobre todo porque está un poco alejada del centro de Teotitlán del Valle, tierra de artesanos de tapetes de telar y donde también tienen el orgullo de contar con la Danza de la Pluma
En este negocio familiar, donde Oscar Chávez ha integrado a sus dos pequeños hijos Oscar Lizandro y Yael Eleazar así como a su esposa Rubí Sarahí Gutiérrez,
buscan una mejor calidad de vida además de continuar con esta tradición que ha sido heredada desde hace cuatro generaciones.
“Aunque salgamos a las ciudades ahorita no hay gente en las calles porque la mayoría están en cuarentena por la situación del Covid-19 y para mostrar nuestros trabajos no hay a quien, y estamos padeciendo una situación difícil,” señala Oscar quien buscará ofrecer sus artesanías a través de la tecnología y redes sociales.
El hombre, quien heredó el arte del telar desde muy pequeño, reconoce que en muchas de las ocasiones son más las personas de otros estados quienes valoran sus artesanías y tradiciones sin embargo con la pandemia de la Covid-19, los visitantes han mermado.
“Estamos solos, haya pandemia o no el gobierno nunca ha apoyado, nosotros hemos trabajado por cuenta propia y aunque se nos dificulta estamos acostumbrados a eso, realizamos nuestros propios gastos y aunque nos hemos acercado a instituciones gubernamentales nos dicen que ellos ya tienen a sus propios artesanos y que no pueden apoyarnos”.
Lo anterior al señalar que antes de nueva enfermedad ya comenzaban a abrirse nuevos mercados como en San Miguel de Allende.
Para los artesanos no hay ningún plan de contingencia , asegura Óscar quien lamenta la falta de apoyos para muchos artesanos del estado. Resulta una aventura llegar a su taller y disfrutar de la riqueza natural que lo rodea, frente a él destaca el cerro Picacho y se cruza un pequeño riachuelo por lo que para el visitante que llega se sorprende del espacio.
Rubí y Oscar continúan trabajando desde su hogar en espera de que la pandemia los deje seguir buscando la manera de ganarse el sustento, en ocasiones viajan hasta la ciudad y buscan espacios donde puedan colocar sus tapetes.
Un restaurante de la colonia reforma les permite estar en la entrada para que pueda ofrecerles sus telares a los comensales, “Muchos me dicen amablemente que no, algunos me compran pero nunca falta el que es grosero y no aprecia la labor del artesano, prefiero no molestar y dirigirme a otro cliente,” comenta Oscar quien sólo tiene como herramienta su número celular 951 609 1190 a donde se pueden comunicar con él en caso de adquirir una de sus piezas.
Libertad-Oaxaca.info