Una fuerte explosión de cohetes almacenados clandestinamente en una casa de la delegación Iztacalco dejó un saldo de cinco personas muertas y al menos 12 heridas de gravedad. No se descarta que las víctimas mortales aumenten en las próximas horas.
El estallido ocurrió aproximadamente a las 18:00 horas en el inmueble ubicado en calle Sur 157 número 1425 y Oriente 120, colonia Gabriel Ramos Millán, cuando una familia armaba un castillo.
A espaldas de la vivienda se encuentra un mercado y de acuerdo con algunas autoridades, de haber alcanzado la explosión los tanques de gas del lugar, el siniestro hubiera sido de mayores consecuencias.
La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal informó que Enrique Espinoza Villareal, presunto propietario de la casa, así como Sergio Villaflores, fueron detenidos y trasladados a la agencia decimooctava del Ministerio Público para deslindar responsabilidades.
Vecinos de la zona dijeron que desde hace más de 15 años en Sur 157 hay otros domicilios en los que se fabrica pirotecnia para celebraciones religiosas. El siniestro ocurrió en la casa de unos artesanos conocidos como “los cerillos”. Aseguran que ya habían denunciado la existencia de esa bodega; sin embargo, nunca se hizo nada.
Las autoridades capitalinas informaron que dos de los fallecidos eran menores de edad y que entre los lesionados hay dos bebés.
En entrevista, el titular de la SSP-DF, Manuel Mondragón, dijo que la acumulación ilegal de material de pirotecnia ocasionó el siniestro, por lo que señaló que habrá una exhaustiva investigación, pues se comprobó que en el inmueble, el cual quedó destruido, se almacenaba pólvora ilegalmente.
Elementos de Protección Civil trasladaron a un bebé de seis meses y otro de un año al Hospital Pediátrico de Tacubaya con quemaduras de segundo y tercer grados.
De acuerdo con algunos testigos, al estallar la vivienda se formó una especie de hongo, el cual esparció restos humanos por varios metros alrededor del lugar de la explosión, incluso, el cuerpo de uno de los menores fue arrojado, en dos partes, al menos a 50 metros de distancia.
Peritos de la Procuraduría General de Justicia del DF se dieron a la tarea de recoger los restos.
Elementos del Ejército arribaron al lugar para conocer las causas que generaron el accidente, pues es la institución que otorga los permisos para el manejo de material explosivo.
Informes preliminares arrojaron que dos viviendas resultaron destruidas en su totalidad, mientras que 13 más resultaron con daños parciales, principalmente en ventanas; 15 vehículos resultaron afectados.
Mondragón señaló que el gobierno capitalino apoyará a los familiares de los fallecidos, así como a los lesionados, y en el mismo sentido se expresó el delegado Francisco Sánchez.
Para la atención de las familias que vieron afectadas sus propiedades, el DIF capitalino, así como la Secretaría de Desarrollo Social, instalaron un albergue que funcionará las 24 horas, en donde las personas podrán acceder a alimentos, cobertores, agua y servicios médicos.
Milenio
