Banqueros centrales de todo el mundo le están diciendo a sus homólogos de la Reserva Federal estadounidense que están preparados para un alza de tasas de interés y que preferirían que el organismo tomara la decisión sin más preámbulo.
Tanto en público como en privado en la conferencia de banqueros centrales que se desarrolló en Jackson Hole, el mensaje de autoridades fue que la Fed telegrafió un endurecimiento monetario inicial y, tras un alza del dólar que se prolonga por un año, los mercados financieros a nivel mundial están tan preparados como pudieran estar.
Los banqueros se reunieron al final de una semana volátil en los mercados en la que el promedio industrial Dow Jones se hundió en mil puntos el lunes ante las preocupaciones sobre una desaceleración económica en China, pero luego se recuperó para terminar la semana con ganancias.
Algunos culparon de la volatilidad a los comentarios de funcionarios de la Fed de que un alza de tasas se produciría a mediados de septiembre.
Pero para Agustín Carstens, Gobernador del Banco Central de México, un incremento de los fondos federales por parte de su vecino envía una alentadora señal de salud económica, incluso si eso obliga a su institución a subir también las tasas.
“Si la Fed endurece (la política monetaria), se deberá al hecho de que tienen una percepción de que la inflación está avanzando, pero más importante aún es que el desempleo está cayendo y la economía se está recuperando”, afirmó Carstens en una entrevista con Reuters.
“Para nosotros esa es una buena noticia”, agregó.
Pese a que Yao Yudong, funcionario del Banco Popular de China, culpó la semana pasada a la Fed por las turbulencias del mercado y dijo que un alza de las tasas debería ser retrasada, la mayoría de los banqueros centrales de mercados emergentes contactados por Reuters en Jackson Hole y en los últimos meses comparten la visión de Carstens.
El final de más de seis años de tasas en niveles mínimos récord en Estados Unidos podría producir una ola potencial de dolorosos ajustes, mientras los países lidian con la probabilidad de un dólar incluso más fuerte y ante salidas de capitales y cambios en los precios relativos de bienes transables.
Sin embargo, el final de la incertidumbre para las autoridades podría compensar esas dificultades.
Efectos de la política monetaria ultra laxa en Estados Unidos han sido sentidos en países tan diversos como Chile y Suiza.
La inflación anualizada en Chile ha estado consistentemente por sobre el rango meta del Banco Central de entre 2 y 4 por ciento.
“América Latina ha visto un aumento de la inflación” a medida que los países “internalizan” la evolución de la política monetaria de la Fed, aseguró el presidente del Banco Central chileno, Rodrigo Vergara, en la conferencia.
Ese tipo de tendencia ha estado en marcha durante unos dos años, cuando el ex presidente de la Fed, Ben Bernanke, desató una fuerte tensión en los mercados tras sugerir que el banco central estaba preparado para reducir su programa de compra de bonos.
Dos años después, autoridades de la Fed dicen que cierta volatilidad es inevitable cuando se endurezca la política.
“Los mercados emergentes, las economías más pequeñas, a menudo buscan una moneda más débil. Así que desde su perspectiva un endurecimiento de la Fed podría ser útil para debilitar su divisa y ayudarles para lo que quieren hacer”, afirmó el presidente de la Fed de St.Louis, James Bullard, en una entrevista.
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