Comunicado
09:02 San Juan Bautista, Cuicatlán.-Fue una fiesta de los pueblos cuicatecos que se reunieron en este lugar para manifestar su entusiasmo y adhesión a la campaña de Gabino Cué hacia la gubernatura de Oaxaca; una fiesta, pero también la oportunidad de ser escuchados, como en el caso de vecinos de San Pedro Chicozapotes que con una manta decían: “Responsabilizamos al Tribunal Agrario de Oaxaca por cualquier derramamiento de sangre entre comunidades”.
Y a ello se refirió el candidato de la Paz y el Progreso al demandar la atención gubernamental al conflicto limítrofe existente entre los pueblos de Santos Reyes Pápalo y Chicozapotes.
“Le pido al Secretario General de Gobierno que intervenga –expresó, para enseguida agregar contundente-, y me dirijo a él, porque pedírselo a Ulises Ruiz es como hablarle a una pared, porque ese hombre anda extraviado dirigiendo la campaña de su candidato”. El aplauso unánime de las más de mil personas significó el reconocimiento y respaldo a Gabino.
“Es tiempo de reconciliación, ya estuvo bueno de tanta sangre y muerte entre hermanos, Oaxaca quiere paz –insistió Gabino. Necesitamos ir hacia un gobierno que promueva la paz y el diálogo, que no aproveche los conflictos entre pueblos para obtener beneficios electoreros. Por eso –aseguró- “nosotros vamos a gobernar para todos y todas, sin distingos partidistas ni de credos religiosos”. Un nuevo y atronador aplauso multitudinario inundó el auditorio municipal.
Son rostros indígenas curtidos por el sol de la Cañada; herederos de los más viejos abuelos de la sangre cuicateca. Tienen paciencia, han esperado siglos y todavía tienen prendida la luz de la esperanza. Es gente humilde que ha bajado de Santa Catarina Tlaxila, Santa María Texcatitlán, San Gabriel Almoloyas y Valerio Trujano; los de Dominguillo y El chilar –cuenta una voz- no pueden pasar el puente grande porque la policía preventiva les cerró el paso.
Sus rostros se encienden de entusiasmo cuando miran llegar a Gabino; resuenan sonajas que han improvisado con envases de aluminio; las muchachas de coloridos trajes le cuelgan collares de flores y la banda Santiaguito deja caer desde lo alto de las gradas los aires del “Gabino Barrera”.
Rosa Martha Moreno, candidata a la presidencia de Cuicatlán, micrófono en mano señala: “Es un honor recibir a Gabino, un hombre forjado en el trabajo, comprometido con el pueblo, con una gran vocación de servicio y que con nuestro apoyo va a ser el próximo gobernador de Oaxaca”. Vivas y porras acompañan la certeza de triunfo, la seguridad en que nada detendrá la victoria de la paz y el progreso.
¡Qué pasó con el debate!, grita una mujer desde las primeras filas, y Gabino cuenta aquí lo ocurrido recientemente con un novillero en una corrida: “Cuando vio venir al toro, el pobre hombre se echó a correr, cuando le preguntaron, respondió, para meterse al ruedo hay que tener carácter –y aquí Gabino extiende una de sus palmas para repetir- mucho carácter, y al Eviel ése le falta mucho”. La gente toda festeja la comparación, desde allá atrás exclaman: “¡le está sacando!, ¡no tiene preparación!, ¡tiene miedo!”.
Es la bulla popular, es el ánimo extendido en las ocho regiones, la confianza en el abanderado de la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso, que arenga: “Tenemos que cambiar en este 2010, es ahora o nunca, esta es la gran oportunidad de Oaxaca; dejemos atrás a la vieja clase política, que se parece más a un grupo de delincuencia organizada, saqueando los dineros del pueblo”. Y remata: “Las migajas que reparte el PRI no van a cambiar la voluntad de nadie, el pueblo ya despertó, ¡vamos a ganar este cuatro de julio!”.
Cohetones, música, júbilo multiplicado por miles, manos que saludan: son el anuncio del triunfo que viene, imparable. Ochenta años de control político se acabaron: Cuicatlán ya está despierto. Faltan 16 días para el 4 de julio.
Antes, en Teotitlán de Flores Magón, Gabino fue recibido con dos bandas de música, un gentío y la candidata a diputada por el distrito XVII, Norma Pineda, y loi llevaron caminando dos kilómetros hasta el centro donde los llamó a salir muy temprano a votar, vigilar el proceso y no permitir la compra y coacción del voto. “Esta vez no se saldrán con la suya”, arengó.