Niños desde los cinco años vestidos de militares y gritando consignas. El autodenominado Estado Islámico ha dado un paso más en su estrategia de terror publicando unas imágenes donde se puede ver a menores recibiendo entrenamiento para saber cómo cortar una cabeza y auto inmolarse.
Algunos de los menores consiguieron escapar. Dos de ellos denuncian que durante su cautiverio les obligaron a convertirse al Islam y les enseñaron a ponerse una bomba en su cuerpo para causar el mayor daño posible.
El campamento militar, que muestran las imágenes, se encuentra en Raqqa, al noreste de Siria y en dónde los menores recibían consignas militares.
Uno de ellos, de religión Yazisdi, asegura que solo les alimentaban una vez al día y que eran castigados a base de latigazos y golpes.
Alrededor de 60 menores aparecen en las imágenes recibiendo instrucción y rodeados de armas.
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