Hillary Rodham Clinton cedió a meses de solicitudes de que entregara su servidor personal de correos electrónicos que utilizó cuando fue Secretaria de Estado al ordenar que lo enviaran al Departamento de Justicia.La decisión permite avanzar la pesquisa que se sigue a la aspirante a la candidatura presidencial demócrata sobre su uso de una cuenta de correo electrónico personal cuando fue la jefa de la diplomacia del país, y sobre si hubo información clasificada que se envió indebidamente desde el servidor o se almacenó indebidamente en ese dispositivo, que tenía en su casa en los suburbios de Nueva York.
El portavoz de campaña de Clinton, Nick Merrill, señaló que la precandidata prometió cooperar con la investigación de seguridad que efectúa el Gobierno, y que si existen más dudas continuarán atendiéndolas.
Se desconoce si el dispositivo redituará algún tipo de información. En marzo, el abogado de Clinton señaló que los correos de la cuenta personal que utilizó mientras fungía como Secretaria de Estado ya no se encontraban en ese servidor ni en los sistemas de respaldo asociados.
Clinton había rechazado las exigencias de sus detractores republicanos de que entregara el servidor a una tercera parte.
El abogado David Kendall señaló a una Comisión de la Cámara de Representantes, que investiga el ataque de 2012 contra una misión diplomática estadounidense en Bengasi (Libia), que no había bases para sustentar la propuesta de que un tercero revisara el servidor.
Los republicanos criticaron el cambio de parecer de Clinton así como la revelación adicional de que dos de los correos que pasaron por el sistema personal de la precandidata fueron clasificados con el más alto grado de confidencialidad gubernamental.
“Todo esto significa que Hillary Clinton, en medio de una investigación del FBI, decidió que ya no tenía más opciones”, señaló el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, en un comunicado.
“Sabe que hizo algo malo y ya no tiene manera de encubrirlo”.
Los investigadores federales comenzaron a examinar la configuración de seguridad del correo electrónico de Clinton ante la preocupación del inspector general del estamento de inteligencia de que información clasificada haya transitado por el sistema.
No existen pruebas de que Clinton haya utilizado alguna encriptación para proteger los correos o su servidor personal de los servicios de inteligencia extranjeros o de otros posibles espías. Kendall había dicho anteriormente que Clinton coopera de manera activa con la investigación del FBI.
En marzo, Clinton dijo que en sus cuatro años de servicio en el Gobierno de Obama intercambió unos 60 mil correos electrónicos, aproximadamente la mitad de los cuales eran personales y fueron descartados. En diciembre pasado entregó la otra mitad al Departamento de Estado.
La dependencia está revisando los correos y ha comenzado el proceso para darlos a conocer al público.
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